jueves, marzo 28, 2024
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ALFIL NEGRO

Por Oscar D. Ballinas Lezama
Cinturón de Fuego
“Ven la Tempestad y no se Hincan”(Refrán Popular)

Eran casi las tres de la mañana, había un chipi chipi que caía del cielo desde hacía varias horas, la mayoría de la gente dormía plácidamente; de pronto, los techos de láminas empezaron a vibrar, los perros aullaban sin parar, hasta que terminó la zamba del miedo.
La gente brincó de la cama para buscar un refugio en la calle, el corazón de muchos parecía salírsele del pecho; algunos oraban o se hincaban santiguándose y pidiendo la clemencia de Dios; así estuvieron varios segundos hasta que el primer temblor se fue, y minutos después llegaron varias réplicas en pequeña escala, las que mantuvieron en vela a mucha gente que se negó a regresar a sus camas, víctimas del miedo.
Minutos después las redes sociales y algunas radiodifusoras guatemaltecas, empezaron a dar la noticia de lo que llamaron terremoto, anunciando que fue al filo de las dos de la mañana en el departamento de San Marcos (hora de Dios, como ellos le llaman donde no hay horario de verano), se suscitó un fuerte sismo, teniendo su epicentro a 151 kilómetros de profundidad y con una fuerza de 7 grados en la escala de Richter, según informó el Instituto Nacional de Vulcanología.
“Mantengan la calma, y estén atentos a posibles réplicas”, diría en las redes sociales Jimmy Morales, presidente de Guatemala; horas después, el gobernador chiapaneco, Manuel Velasco Coello, informaría en su twitter, que con excepción de Huixtla y algunos caminos y carreteras a Suchiate que se partieron en dos, no había cosas más graves que lamentar, mucho menos pérdidas humanas.
El Servicio Geológico de Estados Unidos, informaría después que los sismos de la madrugada de ayer miércoles, no eran para lanzar un alerta de posibles tsunamis, aunque pidieron a los pescadores de estas playas del Océano Pacífico en la zona fronteriza Chiapas-Guatemala, estuvieran alertas con el alto oleaje; así como a las personas que habitan cerca de laderas, cerros y barrancas, tomaran las precauciones por posibles derrumbes.
Algunas personas que viven cerca del mar en Playa Linda, hablaron de un zumbido raro e intenso, que aseguran haber escuchado poco antes del sismo de la madrugada.
El gobierno de Chiapas a través de la Secretaría de Educación, pidió a directores de escuelas privadas y oficiales, la suspensión de clases para que personal de Protección Civil pudiera hacer su labor de verificar las estructuras de los edificios y no se fuera a presentar una desgracia, bajo el argumento de ‘más vale prevenir, que lamentar’.
Muchos científicos afirman que la famosa falla de San Andrés, pasa precisamente por la costa del Océano Pacífico, y que Chiapas queda dentro del llamado ‘cinturón de fuego’; lo mismo que la península de Baja California, que en unos 50 mil años más podría moverse hacia el norte, separándose de la república mexicana y convirtiéndose en una isla.
Esta zona es altamente sísmica y volcánica, donde se originan numerosos terremotos, conforme lo aseguran expertos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS); sin embargo, no se puede descartar que todos estos fenómenos han sido profetizados desde hace miles de años en la Biblia, y escrito está en el libro de Mateo 24:3-7, que en los últimos días antes del regreso de Jesucristo, de un lugar a otro ocurrirían grandes terremotos, sería un periodo marcado por pestes, escases de alimentos y guerras de alcance mundial. (yo le pregunto amable lector, ¿acaso todo esto no está ocurriendo?)
Mucho ha tenido que ver también la mano del hombre, al menos muchos edificios o viviendas se derrumban, porque son construidas al ‘ahí se va’, en forma rápida y con pésimo material, de ahí que no es sólo culpa de los temblores que se caigan, sino también entra en juego el error humano, la indiferencia, corrupción y codicia del ser humano.
El libro de Apocalipsis en su capítulo 16:18, dice: “Y entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, el cual no hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra.”
Y añade: “El sol se puso negro, como tela de luto; y la luna entera se volvió roja como la sangre, y las estrellas del cielo cayeron a la tierra como una higuera arroja sus higos, cuando es sacudida por el fuerte viento. El cielo se desvanecerá y toda montaña y toda isla serán removidas de sus lugares”.
En los tiempos en que nuestros abuelos sabían leer el tiempo, cuando estas cosas pasaban decían que era para anunciar el cambio de la canícula; de las intensas lluvias pasaban al sofocante calor o al revés, sin embargo, ahora los cambios del clima parecen haber enloquecido por las acciones depredadoras del mismo ser humano que se está autodestruyendo al contaminar el medio ambiente.

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