J. Jesús Esquivel
El Gobierno de Estados Unidos descalificó el proceso electoral del pasado 21 de Noviembre en Venezuela, y acusó al régimen del presidente de ese país, Nicolás Maduro, de privar de los derechos democráticos y electorales a sus conciudadanos.
“Temeroso de la voz y el voto de los venezolanos, el régimen grotescamente distorsionó el proceso para determinar el resultado de esta elección mucho antes de que se depositaron los sufragios en las casillas”, indicó Antony Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos.
Por medio de una declaración por escrito, el encargado de la política exterior en la presidencia de Joe Biden, destacó que el gobierno de Maduro arrestó, acosó y criminalizó a personajes de la sociedad civil venezolana, a políticos de oposición y grupos de organizaciones no gubernamentales.
“Prohibió la participación de candidatos de todo el espectro político, manipuló las papeletas de registro de votantes, censuró persistentemente a la prensa y utilizó otras tácticas autoritarias que estrujaron al pluralismo político para garantizar que el resultado de las elecciones no reflejara el deseo de los venezolanos”, agregó Blinken sobre Maduro.
El Gobierno de Biden reiteró que respalda al pueblo de Venezuela para cumplir sus deseos de restablecer de manera pacífica un sistema democrático por medio de elecciones libres y transparentes.
Estados Unidos saludó a los partidos políticos de oposición y a sus candidatos al igual que a los votantes, por participar en el proceso electoral pese a la manipulación de estos por parte del régimen de Maduro, antes y el día de los comicios.
La presidencia de Biden condenó el arresto de más de 250 personas representantes de la oposición política, e hizo un llamado a Maduro para detener la represión y permitir a los venezolanos a vivir en paz, en una nación estable y democrática que se merecen.
“Apoyamos los esfuerzos democráticos de la oposición venezolana y del presidente interino Juan Guaidó, y trabajaremos con Venezuela y aliados internacionales usando todas las herramientas diplomáticas y económicas para presionar por la libertad de todos aquellos injustamente detenidos, por la libertad de expresión, los derechos humanos y para poner fin a las violaciones a estos “, concluyó Blinken. Apro
