“Están viendo la tormenta y no se hincan”. (refrán popular)
“El Patíbulo Escolar”
Oscar D. Ballinas Lezama
Las opiniones se dividen ante esta nueva disposición presidencial, ya que según la propia Secretaría de Salud, la pandemia del Covid-19 con su nueva variante “Delta” ha causado la tercera ola de contagios y los hospitales nuevamente se están saturando de enfermos, amén del aumento en las cifras de los muertos a causa de esta terrible peste.
Al parecer, el Presidente de México y sus funcionarios de Salud están minimizando el poder del peligroso virus que en México ha provocado más de 255 mil muertes en las cifras oficiales; los especialistas en salud, que no dependen del Gobierno, juran y perjuran que esos números se triplican en la realidad que presuntamente trata de ocultarse por el Gobierno.
Más allá de las diferencias de opiniones y los ‘otros datos’ la realidad es que la pandemia ha vuelto con gran fuerza, los infectados y los muertos están a la vista de todos, aunque estos últimos, sean en menor cantidad que los que arrojaron las dos primeras olas de contagio; un muerto es un muerto para quienes sienten el dolor de su pérdida.
Enviar a millones de niños y jóvenes al ‘patíbulo escolar’ sólo por obedecer ‘otro capricho presidencial’, según los analistas políticos que critican este tipo de acciones de un gobierno en el que están perdiendo las esperanzas, fundados en los pobres resultados positivos en favor de la sociedad mexicana, aunque el slogan de la cuarta transformación sea ‘primero los pobres’; que al parecer no concuerda con la realidad porque las cifras de pobres han aumentado, según las últimas medidas del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social).
La infraestructura de la mayor parte de las escuelas en este país, sobre todo en las entidades más pobres y marginadas como Chiapas, Guerrero y Oaxaca, van a pasar las de Caín con el regreso de los estudiantes a las aulas, pues podrían ser fácil presa del Coronavirus, poniendo en riesgo no solamente a los menores, sino también a sus maestros, personal administrativo e intendencia, así como a sus propias familias.
Muchos padres de familia están pensando seriamente en no enviar a sus hijos a clases presenciales, temen que en medio de esta guerra bacteriológica puedan enfermarse gravemente y hasta perder la vida; otros menos pesimistas, consideran que al estar vacunada una buena parte de la sociedad, será difícil que haya rebrotes en las escuelas y han decidido jugarse el todo por el todo, aunque la apuesta sea la salud y vida de sus menores.
Es complejo saber quién tiene la verdad sobre esta pandemia. Ayer, los medios de comunicación electrónicos a nivel nacional estuvieron machacando la noticia de que en Estados Unidos no permiten la entrada de mexicanos que se hayan puesto la vacuna AstraZeneca, ya que según las autoridades norteamericanas, este antiviral no parece ser muy efectivo, y bajo ese argumento han cerrado la entrada a ese país a los que se hayan puesto dicha vacuna.
Las autoridades de Salud y gobernantes mexicanos afirman que todas las vacunas son efectivas ante la peste del siglo XXI, lo que confunde a la gente; estas alturas, nadie sabe quién está diciendo la verdad y empieza a crecer la psicosis social.
Sería bueno que se estableciera claramente la verdad sobre una serie de vacunas que fueron hechas al vapor, según los científicos del mundo, el proceso para crear un buen antivirus se lleva muchos años de experimentos, sin embargo, para nadie es secreto que ante esta pandemia las vacunas aparecieron por montón y de la noche a la mañana han venido usando a la humanidad como conejillos de indias, claro, con la consabida ganancia millonaria de las farmacéuticas, que, de entrada, prohibieron que sus vacunas fueran analizadas y obligaron a las personas que se inoculan el supuesto antivirus a firmar un documento en el que eximen de cualquier responsabilidad de salud, incluyendo la muerte que pudiera causar la vacuna, sea cual sea.
En otras cosas, si usted va a viajar vía aérea y adquiere su boleto por línea o sistema electrónico, cheque que no sea en los turnos de la noche, ya que, según empleados de Volaris, esos vuelos nocturnos están suspendidos desde hace varias semanas, sin embargo, no informan a los usuarios que se cancelaron, haciéndoles perder tiempo, dinero y la paciencia.
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