Max Aub y Luis Carlos Rodríguez
Internacionalistas, analistas y expertos en migración afirmaron que las recientes visitas a México de funcionarios del más alto nivel del Gobierno de Estados Unidos reflejan la preocupación de la administración del presidente Joe Biden en temas como inseguridad, violencia, tráfico de drogas, migración y control de la pandemia.
Primero visitó México, a finales de Mayo, el subdirector del Agencia Central de Inteligencia (CIA), David S. Cohen; luego llegó en visita oficial el 8 de Junio la vicepresidenta, Kamala Harris, y el 14 y 15 de Junio, también en visita oficial, estuvo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
«Es interesante porque generalmente es un indicador de que el gobierno de Estados Unidos tiene determinada información que le pudiera ser útil al gobierno de México para tomar acciones en materia de seguridad», dijo en exclusiva a EL UNIVERSAL el abogado y experto en seguridad binacional y fronteriza, Jaime Ortiz Aub, quien vive en Texas y fue por más de 20 años representante del servicio público federal mexicano en Estados Unidos.
«Mientras que la vicepresidenta Harris le externó al presidente Andrés Manuel López Obrador las preocupaciones de la administración Biden en materia de migración, seguramente también [lo hizo] sobre el narcotráfico y, particularmente, del incremento de la violencia que podría rebasar la frontera que compartimos. Pero Mayorkas con toda seguridad vino a dar mayores detalles [de casos] para que México inicie sus propias investigaciones o refuerce las que ya tenga», dijo.
Sobre la presencia del subdirector de la CIA en México, Ortiz Aub comentó que si bien se señaló que su misión era verificar la seguridad previo a la visita de Harris, lo cual no es su función habitual, «vino a algo más, y lo normal es que se reúna con los agentes que tienen destacados en México para que le platiquen de primera mano cuál es la situación que ellos observan en el país.
«Pero lo interesante es que mientras el Secretario de Seguridad de Estados Unidos se encarga de los temas netamente de procuración de justicia, pues la CIA cubre temas mucho más amplios, incluyendo políticos, sociales, religiosos, en fin, todos los factores que están influyendo hoy día en la situación de la realidad mexicana», esgrimió.
Uno de esos factores, añadió, es la falta de atención gubernamental al tema de la violencia.
«El incremento de la violencia en México no debe ser una sorpresa; [el presidente Andrés Manuel] López Obrador, desde su campaña, avisó que su estrategia sería de carácter pacifista», señaló Ortiz Aub, quien actualmente desarrolla estrategias de prevención del delito en Estados Unidos y para algunas regiones de México. Ya como Presidente, con su lema de abrazos no balazos «ha repetido reiteradamente que está [según él] atendiendo las raíces del problema de la delincuencia en México.
«Pero desafortunadamente la realidad es otra. El grueso de la delincuencia organizada no decide integrarse a estos actos ilícitos debido a la pobreza. Está comprobado que la mayoría lo hace por un tema de ambición personal, de búsqueda de respeto, de poder, de tener acceso de manera rápida y relativamente fácil a algunos lujos deseados: autos, casas, mujeres, viajes, joyas. Así que una política pacifista está completamente fuera de la realidad. Y por otro lado, las órdenes que se le dan a las Fuerzas Armadas de usar lo menos posible la fuerza letal hace que la delincuencia sienta que no le va a pasar nada».
A su vez, Gabriel Guerra, analista de política internacional, destacó la importancia de la visita de Harris a México y el corto tiempo en que se reactivó la relación entre los dos Gobiernos, «sobre todo por la preocupación después de las elecciones en Estados Unidos, todo el tiempo que pasó para la felicitación de López Obrador a Biden».
Expuso que al Gobierno de Biden le preocupa lo que ocurre en México: «Es obvio que a cualquiera le preocupa lo que le pasa a su vecino, pero le preocupa en el buen sentido de la palabra.
«Estamos nuevamente en las prioridades de Estados Unidos por las buenas razones, porque con Donald Trump estábamos por las malas razones», lo que se ha reflejado en la visita a México de funcionarios de primer nivel que son lo que activan el entramado institucional entre las dos naciones en temas de migración, comercio, salud y seguridad.
Dijo que es importante estar en sus prioridades, pero no lo estamos por razones político-electorales como en tiempos de Trump, sino por razones de provecho mutuo y porque Estados Unidos se ha dado cuenta de la importancia de la cooperación con México para controlar los flujos migratorios de Centroamérica, que para ellos es un asunto crucial.
El investigador de El Colegio de la Frontera Norte (Colef), Víctor Alejandro Espinoza, consideró que después de una relación muy complicada con el Gobierno de Trump, el arribo de Biden al poder despresurizó esta situación con el anuncio de un alivio migratorio, de frenar la construcción del muro y de no usar a los mexicanos como chivo expiatorio de los males en ese país.
«Yo creo que México siempre ha sido muy importante para Estados Unidos por una situación muy práctica, que es ser vecinos y la interacción que implica en materia migratoria. Para nosotros es nuestro principal socio comercial y creo que para el gobierno de Biden el tema migratorio y la posibilidad de nuevas oleadas o caravanas, de manifestaciones de migrantes que obligan al cierre de la frontera, son esenciales».
A ello, apuntó, la violencia que vive México en muchas regiones y las constantes alertas del Departamento de Estado para no visitar determinadas entidades mexicanas, «pues yo creo que están muy pendientes de ello».
Stephanie Henaro, internacionalista, analista y profesora en geopolítica, destacó la visita de los tres funcionarios. Todos, dijo, con un interés en el tema de la seguridad: «Estas visitas nos dicen que Estados Unidos sigue considerando a México como un país que está dentro de su esfera de seguridad nacional porque tiene la mayor frontera terrestre de 3 mil 200 kilómetros con nosotros, y que la violencia que ocurre en México puede tener la capacidad de desestabilizarlo a través de sus fronteras terrestres».
La internacionalista de la Universidad La Salle, Guadalupe Peña, apuntó: «A Estados Unidos le preocupa tanto el discurso como las acciones del presidente López Obrador, que aunque se considere en el papel que esta relación es la más importante para ambos países, lo que ha demostrado es que no le interesa mucho».
Eso ha encendido las alarmas en Washington, matizó, porque están analizando que se puede esperar del Presidente y por esto fue tan importante la visita de la vicepresidenta Harris. Sun
