María Teresa M. padece del síndrome cardiaco Wolff-Parkinson-White, una afección causante de muertes súbitas. Desde octubre pasado enfrenta serias dificultades para conseguir los medicamentos que necesita: verapamilo para la taquicardia y trandolapril para hipertensión. «Anduve buscando en farmacias cercanas a mi casa, luego fui a varias alcaldías, pero no encontré.
Tanto en el sector público como privado se registra un desabasto de medicamentos, lo que trae consigo un deterioro en la salud de las personas y un mayor gasto de las familias, en medio de la pandemia, la inflación y la falta de empleo bien remunerado.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) prevé que siga el desabasto este año y se incremente el gasto en salud de las familias, lo que tiene que ver con la pandemia, el rompimiento en las cadenas globales de suministro y los rezagos en permisos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para introducir un nuevo medicamento o conseguir proveedores.
De 2018 a 2021 dejaron de surtirse 42% de las unidades de medicamentos que regularmente maneja el sector público, obligando a muchas personas que no lograron cubrir su receta a abastecerse en farmacias privadas, lo que ocasionó faltantes de fármacos en estos negocios, de acuerdo con la Coparmex.
El año pasado, el sistema público de salud no abasteció 24 millones de recetas de manera efectiva, de las cuales 22 millones fueron de derechohabientes del IMSS y el resto del ISSSTE, Pemex, Semar e Insabi, reporta el colectivo Cero Desabasto.
Cada familia mexicana destinó en promedio 280 pesos mensuales a cuidados de la salud en 2018, gasto que se incrementó a 422 pesos en 2020, cuando empezó la pandemia, revela la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) del Inegi.
Falta materia prima en los laboratorios que operan en el país, expone el director de Farmacias La Generosa, Jaime López.
Si bien casi la totalidad de los medicamentos que se distribuyen en La Generosa se fabrican en México, entre 85% y 90% de los insumos son importados, por lo que sin materia prima no se pueden producir medicinas.
López explica que hay problemas en la importación de medicamentos, debido a que se tuvieron contenedores detenidos, pero aparentemente se liberaron la semana pasada, por lo que se espera que comience a mejorar el abasto y lleguen más fármacos.
A la fecha, las farmacias del sector privado reportan un desabasto de 25% a 30%, tras alcanzar una tasa de 40% durante los peores momentos de la pandemia.
Desde su punto de vista, la inflación récord que enfrenta el país indujo a que los hogares privilegien su gasto en la alimentación y cuando se enferman opten por usar remedios caseros.
Esto se puso de manifiesto apenas el mes pasado, cuando se redujo la cantidad de gente que acudió a consultorios y cayeron las ventas con relación a los meses de enero y diciembre.
No obstante, comenta que continúan con la apertura de unidades, al tener 11 nuevas en lo que va de 2022, sumando 250 en territorio nacional.
Reconoce que el precio de los productos aumentó de 30% a 35%, «pero tratamos de no incrementar, porque sabemos que el mercado que atendemos está muy golpeado y con trabajo le alcanza; viven al día y subir el medicamento les impacta».
Cifras del Inegi revelan que los medicamentos se encarecieron en promedio 11.6% en los últimos dos años.
En tanto, del 1 de diciembre de 2018 al 15 de marzo de 2022, es decir, en los primeros 39 meses y medio del gobierno actual, el precio de los medicamentos acumula un incremento de 19.7% en todo el país, por arriba de la inflación, cuya tasa acumulada en este periodo ha sido de 16.9%.
El presidente de la Comisión de Seguridad Social y Salud de Coparmex, Rodrigo Oria, explica que por la falta de medicinas en el sector público, 9.7% de las recetas emitidas no se surten, lo que muestra que «el problema es muy fuerte… La parte más preocupante son las implicaciones de salud, porque los tratamientos están diseñados para que los pacientes tomen el medicamento en el momento adecuado».
Los pacientes del sector público si no encuentran medicamentos, «en su desesperación y cuando pueden», acuden a farmacias privadas a comprarlos, pero eso también les genera gasto y desabasto en el sector privado.
El problema es que sin tomar sus medicamentos y recibir el tratamiento a tiempo, se pueden agravar las condiciones del enfermo, incluso causar la muerte.
Destaca que los hogares mexicanos aumentaron su gasto en salud entre 2018 y 2020, al no poder surtirse de medicamentos en el sector público en la pandemia.
Dado que los problemas siguen presentes, la situación probablemente continuó en 2021 y seguirá en 2022.
Sinaloa fue donde más se incrementó el gasto en salud en 2020, con un desembolso promedio de 708 pesos por hogar, mientras la media nacional llegó a 422 pesos. Le siguieron Michoacán, Hidalgo, Aguascalientes y Colima, con 148 pesos, de acuerdo con la ENIGH del Inegi.
El director comercial de la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex), Marcos Pascual, dice que prefiere ver un futuro más prometedor y optimista, por lo que asegura que no se pronuncian por un desabasto, sino por «un faltante temporal de medicamentos» y agrega que esto no significa que la industria mundial no haya crecido.
Para él, las farmacias privadas «fueron un soporte» para las personas que no consiguieron medicinas en el sector público.
Explica que las farmacias privadas tuvieron faltantes temporales que se dieron por situaciones ajenas a la industria y mercado, pero «nunca tuvimos algún decreto o sanción para fabricar algún medicamento.
«[El faltante] se dio porque la India tuvo problemas de producción, pues estaban en cuarentena y eso dilató la producción de medicamentos y los tiempos. Hoy el tema de los tiempos para echar a andar una planta y hacer una logística no es de un día para otro. Se necesita una programación».
Eso se debe a que «en estos dos años hicimos conciencia del valor de la salud desde lo individual, considerando los alcances de tener un país con salud o enfermo», comenta Marcos Pascual.
La distribución privada de medicamentos creció en promedio 5%, lo que equivale a aproximadamente 250 millones de piezas por año. Dada la pandemia, los productos que más se venden son los vitamínicos, la vitamina C, dexametasona y azitromicina, cuya sobredemanda generó un faltante temporal. Sun
