*Ante el Desplazamiento Forzado por la Delincuencia Organizada
Tapachula, Chiapas; 31 de Julio del 2023.- Hace algunos años no solo los pueblos originarios, sino todo Chiapas era completamente tranquilo, libre, seguro, donde su gente podía vivir en paz y se le llamaba: Punto cero.
Desafortunadamente, aún en aquellos lugares tan impenetrables donde la mano del Gobierno todavía no llega, pero la delincuencia organizada ya está presente, hoy se respira total inseguridad y eso es totalmente preocupante.
Así lo dio a conocer María Isabel Ramos Delgado, gobernadora indígena del Estado de Chiapas, quien en entrevista con rotativo EL ORBE, aseguró que es necesario que la sociedad en general se una y trabaje para acabar con la inseguridad, ante la incompetencia que han mostrado las autoridades.
“Tenemos que defender a nuestros hijos, a nuestras familias, y es por eso que se hace un llamado a todos los chiapanecos para que ayuden a difundir, pero que también participen buscando fórmulas hasta alcanzar la seguridad que todos anhelan”, afirmó.
Durante una gira de trabajo que hizo por los municipios de la Frontera Sur añadió, «se minimiza el problema y no muestran la cruda realidad, porque si han caído cinco, dice que solo fueron dos. Mientras tanto la violencia está acabando con todo, con la paz de los chiapanecos y con el futuro de los niños».
Explicó, «hoy en día a los jóvenes les interesa más entrar al narcomenudeo, porque ganan bien ahí y se sienten más seguros que estando fuera, donde si ponen un negocio, sabe que al otro día ya le están cobrando piso ante la inseguridad que existe».
Respecto a los indígenas de Chiapas, opinó que el tema de la inclusión no se aborda como tal, pues existe una división entre los gobiernos, “nosotros estamos para apoyar, no para dividir. Que no nos vean como contras. Si ustedes no saben cómo llevar ayuda a las comunidades indígenas, nosotros sí sabemos cómo”, señaló.
Reconoció que la inseguridad que se vive, no viene del actual gobierno o de la Cuarta Transformación, sino que ya se vivía desde hace muchos años, solo que no había sido tan descarada como está actualmente.
Prueba de ello, comentó, se muestra de manera fácil: como cuando en un retén policíaco te detienen o te infraccionan porque van conduciendo una bicicleta. «En cambio, pasan libremente vehículos con individuos armados hasta los dientes, y si no los detienen no es por miedo, sino porque hay una orden de arriba para que no se toquen».
Es tanta la inseguridad, dijo, que en algunas comunidades casi el 30 por ciento de la población se tiene que refugiar en el monte o en sitios alejados donde viven de forma inhumana con tal de proteger a su familia y para que la delincuencia no los alcance. EL ORBE / Nelson Bautista