* Exhortan a las Autoridades y Sociedad a Proteger los Ríos de la Contaminación.
Tapachula, Chiapas, 20 de abril.– Durante el reciente periodo vacacional de Semana Santa, cientos de familias provenientes de Tapachula y comunidades aledañas aprovecharon el tiempo libre para visitar los ríos de la región, buscando momentos de esparcimiento en medio de la naturaleza. Las orillas de los afluentes se convirtieron en espacios de convivencia, llenos de risas, juegos y comidas compartidas.
Sin embargo, la alegría de estos encuentros se vio empañada por una creciente preocupación entre los visitantes, el deterioro ambiental de los ríos.
Muchos de ellos se mostraron alarmados por los altos niveles de contaminación que presentan algunos tramos, una situación que limita el disfrute pleno de estos espacios naturales.
Salasiel Salas, habitante de Tapachula, expresó su sentir en entrevista para el rotativo El Orbe, dijo tenemos que subir un poco porque en la parte baja ya no hay nada bueno. Es lo único que nos queda para encontrar ríos más limpios, y eso lo hallamos en la parte alta del municipio, explicó.
Apuntó que, pese a los retos ambientales, sigue visitando con su familia estos lugares por la tranquilidad y el valor que representan. “Hemos venido siempre. Por la ruta del café, es un lugar fresco y muy tranquilo. Estoy aquí con mis hijos, mis yernos, mis nietos, disfrutando estos días, compartió.
No obstante, Salas también lanzó un llamado de atención sobre el futuro de estos recursos naturales, desgraciadamente los ríos los echó a perder la misma sociedad. En la región del Soconusco quizás ya son muy pocos los ríos que se mantienen en buenas condiciones, dijo.
El testimonio de Salasiel refleja una realidad compartida por muchos ciudadanos, quienes, si bien valoran estos espacios como parte de su identidad cultural y recreativa, también reconocen que la contaminación y la falta de cuidado han mermado su calidad.
Este contraste entre disfrute y preocupación subraya la urgente necesidad de acciones concretas por parte de las autoridades y de la sociedad en general. Proteger los ríos no solo garantiza un entorno saludable para las futuras generaciones, sino que también preserva un patrimonio natural vital para el desarrollo turístico y social de la región.
En un momento en que la naturaleza debería ser fuente de paz y recreación, la situación actual nos invita a reflexionar, qué futuro queremos para nuestros ríos. EL ORBE/Nelson Bautista