* Afirman Expertos del DIF Nacional.
Ciudad de México; 30 de Julio.- Con el objetivo de hacer valer su derecho a la educación y a la sana convivencia, y no afectar su correcto desarrollo, niñas, niños y adolescentes deben regresar a clases presenciales, con todas las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades de salud, luego de más de un año de no asistir a la escuela, como medida preventiva para evitar la propagación del virus SARS-COV2, causante del Covid-19.
Lo anterior de acuerdo con especialistas del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF), quienes explicaron que el regreso a las aulas contribuirá a hacer frente a problemas que se han agudizado con la contingencia sanitaria y que afectan de manera directa a la niñez y la adolescencia en el país, como son el sedentarismo, la desnutrición, la obesidad y el sobrepeso; la violencia en los hogares, los embarazos adolescentes, el trabajo infantil, la deserción escolar, el aislamiento, la depresión y la ansiedad, por mencionar algunos.
De acuerdo con los expertos del DIF Nacional, es urgente que niñas, niños y adolescentes retomen, en medida de lo posible, su rutina y se integren a clases presenciales para continuar con su aprendizaje, ya que la educación, la alimentación, la salud y el sano esparcimiento son derechos establecidos en la Constitución que permiten garantizar el Interés Superior de la Niñez.
«Como medida de protección ante la pandemia, el Gobierno de México decidió cerrar las escuelas a finales de marzo de 2020 y optar por un modelo de educación a distancia para concluir el año; en enero de 2021 dio inicio el Programa Aprende en Casa, y después se han realizado esfuerzos para retomar clases presenciales en distintos estados de la República, según lo ha permitido el semáforo epidemiológico de la Secretaría de Salud», recordaron.
En este sentido recalcaron que, para evitar contagios y regresar de manera segura a los centros educativos, es recomendable el uso de máscaras faciales, distanciamiento físico, controles de temperatura, limpieza y ventilación de los espacios; actividades al aire libre, señalización para evitar aglomeraciones, evaluaciones, detección y seguimiento de la salud de las y los estudiantes, entre otras medidas.
Puntualizaron que las clases presenciales optimizan el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes, ya que además del aprendizaje de historia, matemáticas o geografía, también adquieren habilidades sociales y emocionales, realizan actividades lúdicas y deportivas, tienen acceso a servicios de salud y atención, a internet y equipos de cómputo, así como a recibir comidas saludables. Sun