José Woldenberg, Luis Carlos Ugalde y Leonardo Valdés Zurita, expresidentes del IFE, hicieron un llamado a la sociedad civil a la defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), el sistema electoral y la democracia ante la reforma presidencial que tiene signos de autoritarismo y regresión.
En el marco de «Foro en Defensa del INE» organizado por el Frente Cívico Nacional, expusieron con matices los riesgos de cara a las elecciones presidenciales del 2024 con un INE sin recursos suficientes, con la ausencia de cuatro consejeros electorales, así como la posibilidad de que alguno de los actores políticos no reconozca los resultados electorales.
En el Teatro María Teresa Montoya y ante exgobernadores, dirigentes partidistas, legisladores federales y académicos, Luis Carlos Ugalde expuso que al presidente Andrés Manuel López Obrador le gusta su narrativa épica de los buenos y los malos, y en este contexto el INE lo pone del lado de los malos a pesar de que bajo la conducción del instituto ganó la Presidencia en el 2018.
Destacó la importancia de «la batalla simbólica de las calles» y recordó que hace tres semanas se convocó a una marcha en defensa del INE en el Ángel de la Independencia a la cual asistieron muy pocas personas, por lo que hubo con cierta razón mofa del confort de que quienes apoya al instituto ni siquiera son capaces de salir un domingo a marchar.
Dijo que «las calles siguen siendo un elemento muy importante y simbólico para defender al INE. La diplomacia tuitera y el cabildeo a través del Facebook son muy bonitos, ayuda, pero son insuficientes, por lo que yo invitaría a que tratemos de propiciar en los próximos meses estas expresiones de cosas cívicas».
Subrayó que el Presidente quiere debilitar al INE porque está interesado en su transformación, en su unificación, en su retórica y propaganda y el instituto queda fuera de su retórica y es un estorbo en esta lucha ideológico, en lo que calificó de una «democracia populista».
Dijo que una pregunta fundamental de cara al 2024 es qué va a pasar si todas las partes, todos los actores políticos estarán listos emociona y legalmente para aceptar el resultado de la elección presidencial de buena gana en aras de construir un nuevo gobierno.
«Si tenemos duda de que algún participante –lo reconocerá- estamos ante un problema, pero el problema será mayor si es participante es el gobierno», lo cual pondría a nuestra democracia en graves problemas ante un eventual desacato que derive en una crisis política e institucional.
José Woldenberg, dijo que lo que está sobre la mesa es la democracia que es un poder que debe estar contenido por la ley, que tiene que estar dividido, que además es posible confrontarlo por la vía judicial y que tiene muchos mecanismos de vigilancia «y no creo exagerar si digo que a este Presidente no le gusta ninguna de estas divisiones. Él quisiera tener el poder concentrado en la Presidencia con unos poderes constitucionales subordinados a su voluntad».
Asimismo, tiene un desprecio por los órganos autónomos del Estado, por la sociedad civil y por el periodismo crítico y le gustaría que México se uniformara bajo un solo ideario, bajo una sola bandera y organización política.
«Por fortuna este país y su diversidad ya no cabe, ni quiere caber bajo el manto de un solo partido, de una sola ideología y una sola voz», por lo que eso será el tema en los próximos meses y años, lo cual es una cuestión central para saber si el México de los próximos años va reproducir su vida política en un formato democrático o en un formato autoritario.
Expuso los riesgos del debilitamiento presupuestal del INE y recordó que cuando se aprueba el presupuesto del Instituto, la primera partida es para los partidos políticos, además más del 30 por ciento de los recursos van al padrón, las listas nominales y las credenciales de elector, que se ha convertido de facto en una cédula de identidad. «Por qué cargar este gasto como si fuera electoral», cuestionó.
Leonardo Valdés Zurita, advirtió de los graves riesgos al INE si de cara a las elecciones federales del 2024 se le busca disminuir recursos como una forma de afectar su funcionamiento como ya ocurrió con la llamada revocación de mandato y dijo que es falso que el Instituto sea caro para el país, pues el «presupuesto de nuestra querida democracia no cuesta ni medio punto porcentual del Presupuesto de Egresos de la Federación».
Coincidió en que la sociedad civil se debe involucrar más en defender a la democracia, al INE, los órganos autónomos.
Al foro asistieron los exgobernadores Ernesto Ruffo, Carlos Medina Plascencia, Graco Ramírez, el exrector de la UNAM, José Narro; el empresario Claudio X González, el dirigente del PRI, Alejandro Moreno, entre otros. Sun