¡Libres por la Palabra Libre!
Ernesto L. Quinteros
Responsabilizo públicamente de lo que me suceda a mí y mi familia a Neftalí Del Toro Guzmán, aun Presidente Municipal de Tapachula.
“Si tocas temas municipales en tu columna y si públicas cualquier cosa en contra del Presidente Municipal de Tapachula, atente a las consecuencias”.
Esa es la amenaza enviada al autor de este espacio informativo, el pasado Sábado por la mañana por parte del Director de Comunicación Social, Fermín González, colaborador cercano y recadero del todavía Edil de Tapachula.
Una amenaza similar me llegó en Mayo del 2016, y por si las dudas hoy quiero hacerla pública, porque conociendo su perversidad y la manera sucia y vil con la que se maneja, es capaz de cualquier cosa.
Según sus recaderos, quieren a toda costa y a cualquier precio que nada suene en su contra en los medios de comunicación y las redes sociales, sobre todo a partir del 1º de Octubre, cuando entre en funciones el nuevo Gobierno Municipal que encabezará, Oscar Gurría.
El motivo es muy sencillo, pues se comenta que Del Toro, supuestamente, ocupará un cargo de alto nivel en el próximo Gobierno del Estado. Y como seguramente goza de muy buena reputación e imagen, y aparte ha hecho un impecable trabajo al frente del decadente Ayuntamiento de Tapachula, pues quiere silenciar a cualquier periodista irreverente y renegado como un servidor.
Honestamente cuando recibí el mensaje me dio risa, posteriormente me sentí obligado de compartirlo con el Director de este rotativo, Enrique Zamora Cruz, quien me sugirió hacerlo público, pues una amenaza no se puede subestimar en estos tiempos, más cuando viene de alguien que está obsesionado con el reconocimiento público y simplemente no se le da.
La amenaza obviamente a parte de burda, refleja una vez más que el actual Gobierno Municipal y en particular el aún Presidente Municipal de Tapachula, Neftalí Del Toro carece de inteligencia y capacidad para refutar la opinión de cualquiera que no comparta sus ideas.
Por ello recurren a la barbarie, a lo más sucio y vil para tratar de acallar todas las voces que no comparten ni sus ideas, ni sus malas acciones al frente de un agonizante Ayuntamiento.
Otra situación que llama poderosamente la atención es el miedo al señalamiento o las publicaciones que seguramente se darán en su contra, no sólo de un servidor, si no de cualquier comunicador de esta ciudad, después del 1º de Octubre, fecha en que deja el cargo.
Obviamente, la administración municipal entrante tendrá que rendir un informe pormenorizado de lo que está recibiendo, cómo están las finanzas y en qué condiciones están recibiendo los bienes inmuebles, y todo el patrimonio del Ayuntamiento de Tapachula.
Como por ejemplo, el mismo informe que dio Neftalí Del Toro un mes después de haber tomado posesión en el 2015, en donde los titulares área por área dieron rienda suelta a su ira.
Así que, desde mi punto de vista, escriba yo en este medio de comunicación o me censuren, intimiden, amenacen…lo que sea…siempre, la verdad, al final del día saldrá a la luz pública.
Por eso Neftalí Del Toro debería mejor preocuparse por entregar buenas cuentas y de estar bien con los que vienen.
Y ya dejen de mandarme recados y mensajes amenazadores, así como les sugiero cambien de estrategia, son muy predecibles, eso de pedirle a un conocido en común para que me hable por teléfono y le dé mi opinión sobre las calles que están inconclusas, es ya más que evidente.
Y si lo que quieren es que deje de escribir en este rotativo, pues fácil, márquenle al Director General Enrique Zamora Cruz para que me despida, y su calvario habrá terminado, no hay necesidad de tanta amenaza.
Viene a mi mente una frase célebre de Martin Luther King: “Para tener enemigos no hace falta declarar una guerra, sólo basta decir lo que se piensa”.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana. ¡Ánimo!
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