Tapachula sin Participación Social
Ernesto L. Quinteros
La falta de conciencia ciudadana para el cuidado de espacios públicos, aunado a la falta de programas y proyectos municipales para la limpieza de la ciudad, genera que calles del centro de la ciudad de Tapachula luzcan sucias, llenas de basura, desordenadas, con olores desagradables por las enormes fugas en la red de drenaje y agua potable.
Así como proliferan los desechos por diferentes puntos de la geografía local.
El Gobierno Municipal gasta en una renta millonaria mensual, para los camiones recolectores de basura, pero se le olvidó aplicar políticas sociales y de participación ciudadana para crear conciencia en los habitantes. Además de que carece de planeación y programación para hacer un buen uso de los camiones rentados.
A casi un año de la actual administración municipal morenista, el aún alcalde Oscar Gurría Penagos, ha resultado una decepción.
La población lo que pide son resultados, pero hay un increíble desinterés de las autoridades locales para atender diferentes problemas.
La participación social es imprescindible en las acciones de cualquier Gobierno, de todos niveles, sin embargo, en la ciudad de Tapachula no existen programas o proyectos al respecto.
En esta administración municipal algo está pasando, cada vez es más notoria la apatía y la nula participación ciudadana en actividades del Gobierno local.
Sin duda, la colaboración social en la gestión pública municipal y en el ejercicio del poder local, es una cuestión central y profunda que es necesario abordar si realmente buscamos una transformación democrática. Pero la realidad es que no hay ni transformación, ni ánimos de tocar el tema en la segunda ciudad más importante de la entidad.
En el Gobierno morenista local, los Secretarios, Directores, Jefes de Departamentos de las diferentes áreas también ya están apáticos, solo llegan a matar el tiempo para justificar el cobro del sueldo cada quincena. Y eso que apenas estamos a casi un mes de que cumplan su primer año en el Gobierno.
En pocas palabras, se les fue como agua entre las manos el primer año de gestión y únicamente les queda un año más para intentar hacer algo, porque el tercer año es prácticamente electoral.
Así que algo está pasando en la caja de cristal, como que se les cansó el caballo, o de plano, ya se aburrieron de ver cómo el actual Edil no le hace caso a nadie, más que a su conyugue.
Mientras todo esto sucede, Tapachula sigue padeciendo de lo mismo que en la administración municipal anterior. Siguen las denuncias de corrupción y malversación de fondos, no hay transparencia gubernamental, la inseguridad se ha apoderado de esta ciudad y por si fuera poco, no hay obras de impacto que generen desarrollo económico.
Se va Otra Dependencia.
Como balde de agua fría les cayó la noticia a los pequeños productores de mojarra tilapia de esta región de la Costa y frontera de Chiapas, ya que el “Centro de Reproducción de Mojarra Tilapia”, ubicado en el kilómetro seis de la carretera Tapachula-Tuxtla Chico, será cerrado.
Se desconoce a dónde lo van a trasladar, sin embargo, a los técnicos que laboraban en este espacio ya les dieron las gracias, sin previo aviso, y sin respetar sus derechos laborales.
Sin duda este es un duro golpe para miles de pequeños productores, quienes habían encontrado en esta actividad económica una manera de subsistir.
En dicho centro de reproducción se entregaban millones de alevines para la cría y producción de mojarra a cientos de beneficiarios de diferentes municipios de la entidad.
Las autoridades federales y estatales se han llevado paulatinamente diferentes dependencias que tenían presencia en esta región, como la Secretaría de Economía, Profeco, Tribunal Agrario, y ahora este Centro de Reproducción de Mojarra Tilapia, así como han cancelado importantes proyectos como la Zona Económica Especial de Puerto Chiapas.
Incluso, hasta se llevaron al Cafetaleros, que generaba movimiento económico y turismo con los hermanos de la República de Guatemala. ¿Y ahora qué sigue?
Mientras tanto, nadie nos defiende; hoy, por vez primera vivimos una crisis de representación en esta frontera sur de México. Ya que ninguno de nuestros Diputados federales, locales o nuestros Presidentes Municipales alza la voz.
¿Qué estaremos pagando?, porque todavía no se nos olvida que la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero también nos quería quitar la frontera sur.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana. ¡Ánimo!
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