Malos augurios
Por Oscar D. Ballinas Lezama
‘El que reparte y comparte, se lleva la mejor parte’ (refrán popular)
Los últimos días del 2019, siguen avanzando en el reloj del tiempo de la nación mexicana, la mayoría de la gente que vive en este país se ha metido en el laberinto de los sufrimientos provocados por la falta de empleo, el hambre, las enfermedades, la inseguridad, la violencia, la corrupción y la impunidad, pidiéndole a Dios un milagro para que todo sea mejor en el 2020.
Ante estos problemas sociales que se incubaron durante varias décadas, dentro de las malas administraciones de los ex presidentes de la república, la mayoría de los ex gobernadores y ex alcaldes que terminaron sus mandatos convertidos en depredadores del erario, sin que hubiera poder humano que los detuviera y castigara.
Con la llegada del gobierno de la Cuarta Transformación, que desde el principio enarboló la bandera del “borrón y cuenta nueva”, los que robaron el dinero de los contribuyentes y abusaron del poder para hacerse de ‘Mulas Pedro’, vieron la gloria con el perdón anticipado, que, de buena fe, les dio el actual Presidente de la República.
A contrapelo de esa política humanitaria de los mexicanos, en la que sobresalen los “abrazos y no los balazos”, el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, tuvo el pretexto para justificar su intromisión en los asuntos internos de México; sobresaliendo el problema migratorio y el de la inseguridad, en los que amenazó de aumentar los aranceles y catalogar como terroristas a los cárteles de la droga.
Analistas políticos, presumen que la detención de unos cuantos peces gordos de la política mexicana, son mensajes del ‘Rey del norte’ al ‘Príncipe del sur’; al buen entendedor pocas palabras, simple y llanamente con esas ‘pequeñas y contundentes acciones, Trump obligó al gobierno mexicano a ‘sacar con todo y chivas’ a un envalentonado Evo Morales, quien tuvo que irse con todo y sus pulgas a Cuba.
Los gringos “no dan paso sin huarache”, si no, al tiempo, el escándalo anticipado al proyecto del T-MEC, considerado por algunos mexicanos como un mal acuerdo y ‘satanista’, diría Gustavo de Hoyos, presidente nacional de Coparmex, argumentando que hubo mucha ‘flexibilidad’ de parte del gobierno mexicano.
Más allá de los malos presagios y los agoreros del mal, los mexicanos están contra la pared y no tienen más remedio que darle el beneficio de la duda al mandatario mexicano, que jura y perjura que todo va bien y que su lucha sigue siendo por los más pobres y necesitados.
Por cierto, en el Soconusco cientos de personas de la tercera edad y jovencitos estudiantes, siguen denunciando el presunto fraude que están cometiendo los encargados de los programas sociales para apoyar a quienes logran enlistarse para obtener la ayuda federal
Guadalupe Ramírez Molina, una de las beneficiadas con el programa de ayuda a discapacitados, ayer por la mañana denunció ante el rotativo EL ORBE, que lleva diez meses sin recibir un sólo peso por la ayuda prometida, solamente le entregaron su tarjeta con la terminación 9058 en el centro integrador de Bienestar, ubicado al Sur Poniente de Tapachula.
La encargada de la oficina, reconoció que efectivamente la quejosa no ha recibido el apoyo federal, debido a un problema creado presuntamente por la encargada anterior, Tania ‘N’, quien fue despedida al comprobárseles actos de corrupción y al parecer, la supuesta funcionaria corrupta, se llevó también el sistema en el que aparecían los trámites de doña Guadalupe Ramírez, quien anda “del tingo al tango” sin lograr que le cumplan con entregarle el dinero del apoyo, que se supone ya está recibiendo desde hace diez meses.
Trascendió que el responsable o delegado de estas oficinas en Tapachula, es el ingeniero Gustavo Ramos Carrasco, quien es el encargado de visitar colonia por colonia llevando los recibos para entregar personalmente a los beneficiados, siendo ahí donde “la puerca tuerce el rabo”, ya que no hay quien controle o vigile al encargado de esa entrega; según doña Guadalupe Ramírez, con domicilio en la colonia Vida Mejor, nunca le han entregado ‘el papelito’ (comprobante) y presume que alguien más pudiera estarse beneficiando con su nombre, por lo que solicita una investigación a fondo sobre quiénes y cómo manejan estos recursos federales.
Por cierto, ahora entre los requisitos para que la gente de la tercera edad tenga derecho a recibir un apoyo dentro del programa federal ‘Bienestar’, debe tener cumplidos los 68 años de edad y una suerte muy grande para que no quede en la lista negra de los que son beneficiados, pero que no reciben ese dinero que se ‘pierde’ en las marañas de la presunta corrupción de quienes parten y comporten ese recurso.
El mismo problema tienen la mayoría de los jóvenes estudiantes que fueron dados de alta en el sistema de la plataforma, para que una vez tramitadas sus becas les entregaran las tarjetas de banco respectivas y pudieran así cobrar ese recurso; sin embargo, cientos de estos jóvenes aparecen dados de alta en el sistema, pero nunca recibieron sus tarjetas y no han cobrado un sólo peso, considerando que algunos vivales están haciendo el gran negocio estafando a los que deberían ser beneficiados con estos programas.
