«Planteles en Zonas de Mayor Marginación, sin Elementos Para Retorno»

Ciudad de México; 14 de Agosto.- En las escuelas de la Montaña de Guerrero, donde se ubican los municipios de mayor pobreza, no existen las condiciones para el retorno a clases presenciales por la deficiente infraestructura de los planteles: no hay agua, registran bajos niveles de vacunación y está el riesgo de que maestros se conviertan en focos de contagio de Covid-19 entre alumnos y padres, advirtieron profesores y activistas de derechos humanos.
Aclararon que, contrario al discurso oficial, en los 19 municipios de la Montaña los educadores no han dejado de laborar durante la pandemia, pues «aquí son imposibles las clases en línea, no hay internet, no hay televisión», por lo que durante año y medio han tenido que dar clases casa por casa, llevando tareas, materiales y calificaciones para que no se pierda el año escolar.
Abel Barrera, director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, expuso que existe preocupación en las comunidades porque la vacunación sólo se concentró en el municipio de Tlapa, donde hubo una buena aceptación de la población, pero «tenemos reportes de que no se cubrieron las metas en los municipios más pobres, como Cochoapa El Grande, Metlatónoc y Acatepec, entre muchos otros.
«Este tema está generando temor entre el magisterio porque tienen esa sospecha de que puede haber contagios, a la par de que se tiene que hacer una revisión a las escuelas, las cuales, en La Montaña, están muy deterioradas, la mayoría, sin agua potable. Cerradas por casi dos años están en muy mal estado», dijo a EL UNIVERSAL.
Indicó que, a pesar del programa La Escuela es Nuestra, la mayor parte de los mil 223 planteles de La Montaña están con una infraestructura precaria, obsoleta o incompleta, por lo que el regreso a clases implicará mucho trabajo y dinero para los padres de familia, en una región que es la de mayor pobreza extrema en el país, pues serán ellos los que tendrán que hacer la limpieza y reparar el mobiliario.
En Cochoapa El Grande, considerado el de mayor pobreza en Guerrero y uno con mayor marginación extrema en el país, la profesora Diana Juárez, quien atiende en quinto grado a 29 alumnos, en la comunidad de Arroyo Prieto, dijo que no hay condiciones para el retorno.
«No existen condiciones favorables para regresar a clases presenciales en Arroyo Prieto y en la mayoría de las comunidades de la Montaña de Guerrero, por más que anhelamos regresar por el gran rezago que hay», externó. Comentó que su escuela es completa, con salones adecuados, con baños, pero sin la suficiente agua y mucho menos con infraestructura o protocolos para prevenir contagios en la pandemia.
Agregó que a ello se suma que en estas comunidades un porcentaje importante de la población no tuvo acceso a las vacunas, ya sea por desconocimiento, porque nunca llegaron las brigadas o porque la población no tiene dinero para viajar hasta los centros de inoculación oficiales.
La joven profesora recordó lo dicho por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que «llueve, truene o relampaguee» se regresará a clases presenciales. «El Presidente no mide esa situación que está dentro del contexto de las comunidades más aisladas, más pobres del país, sin manera de protegerse contra el virus [Covid-19]», expuso la docente.
El profesor de origen indígena, Pragedis Martínez de la Cruz, quien junto con otro maestro atiende una escuela multigrado, desde preescolar hasta sexto año, en el municipio de Atlixtac, apuntó: «Estamos muy preocupados por la situación en la Montaña. «A los profesores desde el inicio de la pandemia la SEP nos ordenó trabajar en línea, enviarle por correos electrónicos, por WhatsApp, las tareas a los niños, pero en gran parte de esta región no hay señal de internet, las escuelas no tienen esa tecnología y los alumnos mucho menos, nadie tiene computadora o señal en su casa.
«A los padres de familia apenas les alcanza para medio comer, es imposible pensar o exigirles que compren una computadora», explica el profesor. Sun