A lo largo de su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha designado a personajes políticos y sociales sin experiencia diplomática al frente de Embajadas de México en naciones clave para el país en su relación con el mundo, como Estados Unidos, España, China, Francia, Reino Unido, Alemania y Argentina. Los nombramientos políticos en el servicio exterior mexicano (SEM) son una facultad que tiene el Presidente de la República y han sido lo más común a lo largo de la historia del país.
El fin de semana pasado, López Obrador anunció que el aún gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, quien concluye su mandato en Octubre próximo, será nombrado representante de México en España, sustituyendo a una Embajadora de carrera. Desde el inicio de esta administración federal, Embajadas y Consulados se han pintado de guinda.
Entre la diplomacia mexicana, desde hace varias décadas existe un «chiste local» para describir a quienes buscan colocarse en la «ruta o circuito Revlon», que son las representaciones de México en países como Francia, Japón, Reino Unido y Bélgica, entre otros, mientras que en la «ruta Baygón» están las naciones menos desarrolladas. Hoy en día, más de una veintena de personajes políticos han sido nombrados en Embajadas y Consulados clave para el país.
Recientemente, Jesús Seade Kuri, quien fue Subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, tomó posesión de su encargo en la Embajada de México en China. Su labor fue terminar los trabajos de modernización del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. Seade Kuri se vio involucrado, además, en acusaciones de utilizar los recursos de la Cancillería para viajar de manera constante a Hong Kong, donde vive su familia.
Al dejar su cargo como subsecretario, Seade Kuri dijo que se dedicaría a la academia, hasta que el Presidente lo nombró embajador en China. A Francia fue enviada Blanca Jiménez, quien era titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). El brinco de una dependencia sectorizada a una Embajada de tal importancia le generó críticas por su perfil.
Josefa González-Blanco fue la primera secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales, pero su «osadía» de hacer que un vuelo de Ciudad de México a Mexicali, Baja California, la tuviera que esperar porque se le hizo tarde ocasionó su renuncia luego de que fuera exhibida en redes sociales. Pero a más de un año del hecho, el Presidente la nombró representante de México en Reino Unido, bajo el argumento de que tiene experiencia en el contexto y sociedad británicos.
A inicios de Septiembre, la hoy Embajadora se volvió tendencia en redes sociales, al difundir un video en el cual «hizo gala» de su inglés británico, lo que le generó varios comentarios. En la Santa Sede está el periodista Alberto Barranco, quien en los últimos días se ha dedicado a promover su más reciente libro. Francisco Quiroga, quien fuera subsecretario de Minería en la Secretaría de Economía, fue designado como embajador en Alemania.
Esteban Moctezuma, quien fue secretario de Educación Pública, está hoy en Washington representando a México. Melba Pría, quien desde hace dos sexenios ha brincado de embajada en embajada, está ahora en Japón. Rogelio Granguillhome también lleva ya varios sexenios en diversas embajadas y hoy se desempeña en Bélgica.
En América Latina resalta el nombramiento de Roselia Barajas, amiga del Presidente y quien, a sus más de 80 años, lleva la relación mexicana. En Argentina se ubica Lilia Rossbach de Pérez Gay, viuda del escritor José María Pérez Gay y quien era diputada en la Ciudad de México. Ricardo Cantú Garza fue enviado a El Salvador. Él es integrante del PT, partido por el que ha sido diputado federal, local y representante ante el INE.
Tras haber ocupado varios cargos con las siglas del PRI, Romeo Ruiz Armenta fue designado por su amigo López Obrador como embajador en Guatemala. Víctor Manuel Barceló, secretario de Gobierno en la administración de Roberto Madrazo en Tabasco fue nombrado embajador en Uruguay.
David Jiménez, expresidente municipal de Cuernavaca, está en Honduras; en República Dominicana, Carlos Peñafiel; a Ecuador fue enviada Raquel Serur Smeke, filósofa mexicana y viuda del pensador ecuatoriano Bolívar Echeverría. Y recién se envió a Nicaragua a Alonso Cabrera Rodríguez, antropólogo que trabajaba en la Amexcid. En Belice está la periodista Martha Zamarripa; la representación en Cuba la encabeza Miguel Díaz Reynoso, quien ha trabajado por años en la Secretaría de Relaciones Exteriores, pero no es diplomático de carrera.
Los Consulados de México por todo el mundo también son los lugares ideales para colocar a los nombramientos políticos. Al consulado de Estambul, Turquía, fue enviada, en medio de una polémica, la periodista Isabel Arvide. En Fresno, California, está la panista Adriana González, quien recién se vio envuelta en un conflicto vial. San Bernardino lo dirige Itzel de León Villard, quien tuvo distintos cargos en el Gobierno de Manuel Velasco en Chiapas.
Asociación del Servicio Exterior.
La Asociación del Servicio Exterior Mexicano (ASEM) emitió un pronunciamiento en el cual llamó a cuidar el desarrollo institucional de la SRE. Si bien el nombramiento de Embajadores es facultad constitucional del Presidente, expuso, en Relaciones Exteriores hay en espera de un nombramiento al menos una veintena de diplomáticos con experiencia.
El pronunciamiento se dio en el marco del anuncio que se hiciera con respecto al retiro de la embajadora de México en España, María Carmen Oñate. «La coincidencia del retiro de la embajadora Oñate con su eventual reemplazo por parte de una figura política corresponde a las facultades constitucionales del Titular del Poder Ejecutivo federal y tiene lugar cuando hay al menos una decena de embajadores y 11 ministros del servicio exterior mexicano adscritos a México; mujeres y hombres, todos los cuales cumplen con los requisitos y cuentan con una amplia trayectoria y la experiencia necesaria para encabezar embajadas o consulados», difundió la ASEM.
Diplomáticos que pidieron el anonimato precisaron que debe haber un límite de nombramientos no diplomáticos políticamente correcto. Los integrantes del SEM comentaron que entienden muy bien la necesidad de respetar la institucionalidad y que cuando se construye un servicio civil de carrera se ponen reglas con la finalidad de que, pase lo que pase, la base de defensa sea la institucionalidad. Sun
