Por Ernesto L. Quinteros
Libertades a Medias
“Libres por la palabra libre”: Dr. Belisario Domínguez
Quienes hemos sufrido en carne propia la represión de algún gobierno, grupo criminal o la llamada clase política de nuestro país, estamos sabidos que la libre expresión es parte de un discurso oficial que se utiliza para quedar bien con todos los estratos sociales. En pocas palabras nos dicen lo que queremos escuchar.
Desde hace muchos años, el ejercicio periodístico en México es una actividad de muy alto riesgo, que a la fecha se ha recrudecido ante la inoperatividad de las autoridades, que en teoría deberían de garantizar y proteger la libre expresión.
El libre ejercicio periodístico siempre incomodará a los gobiernos autoritarios, que todos sabemos que son intolerantes.
Hay que recordar que el derecho a la libre expresión es uno de los más fundamentales, ya que es esencial en la lucha por el respeto y promoción de todos los derechos humanos. Sin la habilidad de opinar libremente, de denunciar injusticias y clamar cambios el hombre está condenado a la opresión.
El pasado martes, los comunicadores de 30 ciudades del país cerraron filas y al grito de “No se mata la verdad, matando periodistas”, se manifestaron de manera simultánea para exigir justicia y seguridad en su quehacer, tras los asesinatos de sus colegas José Luis Gamboa, el 10 de enero, en Veracruz; Margarito Martínez Esquivel, el 17 de este mismo mes, y Lourdes Maldonado, el domingo pasado. Los dos últimos perpetrados en Tijuana, Baja California.
La pregunta es ¿Qué harán al respecto las autoridades federales?, porque el tiempo pasa, y la gran mayoría de los casos de asesinatos de periodistas quedan impunes.
No hay impartición de justicia, tampoco hay garantías para ejercer las actividades periodísticas.
El caso más sonado, es el del asesinato de la colega, Lourdes Maldonado en Tijuana, porque desde hace mucho tiempo denunció públicamente que temía por su vida. Incluso en una conferencia mañanera lo hizo del conocimiento del propio presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Las imágenes ya le dieron la vuelta al mundo, y las autoridades de nuestro país están quedando mal ante los ojos de la comunidad internacional.
Así que nos guste o no reconocerlo, la libre expresión en nuestro país, es una “libertad a medias”. Y peor aún, ejercer el periodismo es una actividad de muy alto riesgo.
Pero como siempre, la mejor opinión es la de usted estimado lector.
¿Y la educación ambiental?
Este 26de enero se celebró el “Día Mundial de la Educación Ambiental”, que tiene su origen en 1975, año en que se celebró en Belgrado (capital de la República de Serbia), el Seminario Internacional de Educación Ambiental, donde participaron expertos de más de 70 países.
Lamentablemente, parece que a muchos ecologistas se les olvidó la fecha.
Sin embargo, con la problemática ambiental que enfrenta la humanidad por el cambio climático, debido a la contaminación y la inconciencia del ser humano de seguir talando bosques y acabando con los recursos naturales, urge retomar el tema.
Es importante resaltar que “la educación ambiental” constituye una herramienta educativa para el abordaje del problema del cambio climático porque aplica enfoques educativos innovadores que ayudan a un amplio público a comprender, enfrentar, atenuar, mitigar y adaptarse a sus efectos, promueve cambios de actitudes. Lamentablemente la fecha pasó desapercibida.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana. ¡Animoooo!
Comentarios y denuncias: loque46@hotmail.com
Visita: www.elorbe.com Web: elquintopoderdemexico.com y Facebook: elquintopoderdemexico
#AplanaLaCurva #QuedateEnCasa
El contenido de esta columna es responsabilidad exclusiva del columnista y no del periódico que la publica.
