Incontenible ola de Migrantes
Ernesto L. Quinteros
Desde Octubre del 2018 en que arribaron a esta región de la frontera sur de México las primeras caravanas de migrantes de distintas nacionalidades, a la fecha, el Gobierno Federal no ha invertido ni un centavo en infraestructura fronteriza, en la línea divisoria entre nuestro país y la República de Guatemala.
Lo comentamos porque el éxodo migrante no se detiene, la crisis humanitaria continua, mientras los Gobiernos involucrados en el tema siguen sin hacer algo al respecto.
El drama continúa para miles de familias extranjeras que viajan en condiciones precarias, y que llegan a la Ciudad de Tapachula como punto estratégico para intentar arreglar su estancia legal en el país, y seguir su camino en busca del llamado “sueño americano”.
Para nadie es un secreto que al incrementarse el tránsito de migrantes, los pasos de extravío, en toda la línea divisoria entre México y Guatemala, aumentaron en forma alarmante, son los espacios por donde a diario cruzan los indocumentados.
Por ello insistimos que, debido a toda esta problemática, urge que el Gobierno Federal invierta en más infraestructura fronteriza, además de contratar el personal necesario y suficiente para hacerle frente a esta crisis migratoria, que parece no tener fin.
En otros años la población de Chiapas estaba acostumbrada a ver el arribo de migrantes, pero no en el gran número que se da en la actualidad.
Por eso es necesario dar mayor atención presupuestal al tema migratorio en esta región de la frontera sur de México.
Y para muestra de lo que le comentamos, esta lo que sucedió el pasado lunes a medio día, cuando cientos de migrantes intentaron entrar por la fuerza a las oficinas de regulación migratoria al sur de la Ciudad de Tapachula.
Por más diálogo y atención, incluso por parte de los llamados líderes de los migrantes, no hubo poder humano que pudiera contener y ordenar a la gente de distintas nacionalidades.
Con la finalidad de cumplir con los protocolos de sanidad, las autoridades migratorias hicieron el intento de organizar a los migrantes por nacionalidad, para atenderlos primeramente por grupos vulnerables y después el resto, sin embargo, no entendieron razones, por lo que incluso se solicitó el apoyo del grupo antimotines de la Policía Municipal, para evitar actos vandálicos.
Los desmanes provocados por los migrantes, provocó que el Instituto Nacional de Migración cerrara la atención a los extranjeros, principalmente por seguridad sanitaria.
Este escenario se seguirá repitiendo, sino hay mayor atención e inversión en seguridad e infraestructura fronteriza en esta región.
Y es que, según informes de organismos internacionales, lamentablemente el panorama político, social y económico no ha cambiado en diferentes países de centro y Sudamérica, así como de otros continentes.
La pobreza, la violencia e inseguridad sigue expulsando a miles de familias de sus lugares de origen, que vienen dispuestas a todo para lograr su objetivo de llegar a los Estados Unidos, y tener un mejor nivel de vida.
Lo irónico de este asunto, es que ni si quiera viviendo y trabajando en la unión americana, garantiza en este momento lograr superar la pobreza a los migrantes.
Ya que, en EU, también atraviesan por una difícil situación económica, no hay trabajo y hay una creciente desaceleración económica.
En pocas palabras, la situación se complica no solo para los migrantes que ya están en suelo mexicano, sino para los que vienen en tránsito en diferentes naciones sudamericanas.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana.
¡Ánimo!
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