Isaín Mandujano
Parteras indígenas de Chiapas exigieron al Gobierno Estatal y Federal, alto al acoso hacia ellas por parte del personal médico del Sector Salud, por lo que demandaron una nueva forma de vinculación para poder ejercer su labor pues en la entidad existe una preferencia hacia ellas por las mujeres embarazadas.
En el marco del Día Internacional de las Parteras, celebrado este 5 de mayo, mujeres indígenas del Movimiento de Parteras de Chiapas Nich Ixim, exigieron que se les respete ejercer la partería de forma libre, desde nuestra cosmovisión, sin que se nos condicione ni criminalice, que se respete el derecho de las mujeres a decidir dónde, cómo y con quién quieren parir y exigieron una nueva forma de vinculación con el Sector Salud basada en el respeto y la no- subordinación de nuestra persona, nuestros conocimientos y prácticas.
Señalaron que durante 2021, el Movimiento de Parteras de Chiapas documentó la atención de 2 mil 274 partos por parte de 237 parteras integrantes del Movimiento. De enero a marzo de 2022, se han reportado 448 partos atendidos por 96 parteras.
Según el INEGI, de los nacimientos registrados y ocurridos en 2020, un 36% de los mismos fueron atendidos por nosotras las parteras. En 18 municipios del Estado, este porcentaje es mayor al 75%, mayoría de ellos municipios tseltales y tsotsiles.
Las parteras tradicionales en Chiapas, dijeron que buscan restringir prácticas ilegales y tratos humillantes, que afectan a parteras, madres y bebés.
Señalaron que ahora la partería tradicional es un derecho humano reconocido en la Constitución mexicana y en leyes nacionales e internacionales y que ninguna acción de Gobierno puede ir en contra de la partería tradicional ni limitar su ejercicio.
Pero que a pesar de esto, en algunas zonas del Estado se ha restringido su ejercicio, prohibiéndonos atender partos de forma directa. Además, se utilizan varios mecanismos para desmotivar que el parto sea atendido por parteras:
Es constante la presión sobre las mujeres para generarles miedos infundados de atenderse con parteras, con información falsa sobre el cuidado y seguridad materna y neonatal de la partería”, denunciaron las mujeres indígenas en un documento leído este jueves.
Dijeron que a las mujeres se les condiciona acudir a controles prenatales en las clínicas para brindar servicios básicos a los bebés -como la prueba del tamiz y las vacunas. Asimismo, en los traslados por complicación durante el embarazo o parto de mujeres que no llevaron control prenatal en la clínica, se demora su ingreso en el hospital, poniendo en riesgo su vida y las de sus bebés.
Y que cuando los bebés nacen en manos de las parteras, se les niega o dificulta su certificado de nacimiento, violando así el derecho humano a la identidad y a ser registrado de manera inmediata a su nacimiento, como señala el artículo 4 de la Constitución mexicana Adicional a las trabas y obstáculos a los que se enfrentan las mujeres que deciden dar a luz con una partera.
“Demandamos un alto al acoso a las parteras y exigimos que se ponga en el centro la vida de las mujeres y sus bebés, brindándoles los servicios de salud vitales a los que tienen derecho independientemente de con quién se atendieron. A pesar de esta situación, de todos los obstáculos, gran parte de las mujeres chiapanecas prefieren y deciden atenderse con nosotras”, indicaron.
Señalaron que las experiencias de las mujeres en las instituciones de salud en el Estado de Chiapas, sean centros de salud u hospitales, siguen llenas de historias negativas, donde existe falta de cuidado, maltrato y violencia obstétrica:
Que la violencia obstétrica es experimentada de muchas formas por las mujeres que acuden a los servicios de salud y, sin embargo, a pesar de estar penada por la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia para las Mujeres en el estado de Chiapas y es un delito según el Código Penal chiapaneco, es muy difícil de sancionar por el miedo de las mujeres a denunciar, por la complicidad en el gremio sanitario y porque el acceso a la justicia en este país sigue siendo deficiente.
Lamentaron el caso de Lorena de Jesús Padilla, una joven de 20 años, originaria del municipio de Las Rosas que falleció el 13 de febrero de este año en el Hospital de las Culturas de San Cristóbal de las Casas, víctima de una cadena de negligencias médicas y violencia obstétrica tras una cesárea en la que le dejaron una gasa en su interior. Expresamos nuestras condolencias y exigimos justicia y reparación para ella y su familia
Es por eso que hoy pidieron que los servicios de salud atiendan a las mujeres embarazadas de forma oportuna, respetuosa y no violenta, y que se cumpla el Convenio General de Colaboración Interinstitucional para la Atención de la Emergencia Obstétrica para que no haya ni una sola mujer que sea rechazada en hospitales.
Exigieron que se cumpla el derecho de toda persona recién nacida a su identidad y sea registrado de manera inmediata a su nacimiento y que las parteras tradicionales “estemos presentes en los espacios donde se deciden las políticas de salud materna”. Apro