La Prensa Bajo Fuego
Ernesto L. Quinteros
En lo que va del presente año suman ya 11 asesinatos de periodistas en México, así como las agresiones contra los comunicadores no para a lo largo y ancho de nuestro país.
No hay garantías en este momento para ejercer un periodismo libre, y el riesgo es latente para los compañeros que trabajan en los diferentes medios de comunicación.
La PRENSA en México está bajo fuego, no solo por parte del crimen organizado en amplias zonas del país, sino también hay diversas dependencias gubernamentales que están involucradas en el tema de las agresiones a los periodistas.
El pasado fin de semana fue sangriento para el gremio periodístico, ya que fueron asesinadas las periodistas Yessenia Mollinedo Falconi y Sheila Johana García Olivera, del portal El Veraz, en el municipio de Cosoleacaque, Veracruz.
Según fuentes de esa localidad, el doble crimen ocurrió en la calle Benito Juárez, afuera de una tienda de la colonia Cerro Alto, en Cosoleacaque, frente a un campo de futbol.
Las reporteras del portal El Veraz iban en un auto particular cuando sujetos armados a bordo de una motocicleta llegaron a la tienda de conveniencia donde se encontraban las víctimas y les dispararon prácticamente a quemarropa, para después escapar con rumbo desconocido.
Sobre los hechos de sangre, la Fiscalía General del Estado informó que inició carpeta de investigación.
Como suele suceder en estos casos, familiares de una de las periodistas reveló que días antes habían recibido amenazas, supuestamente de una corporación de seguridad en esa entidad. Pero nadie hizo algo al respecto.
Especialistas en la materia, así como colegas a nivel internacional señalan que lo que sucede en México es muy peligroso, ya que si se sigue asesinando a periodistas de nuestro país, se está en riesgo de perder un derecho humano fundamental y básico en los países democráticos como el nuestro, como lo es “la libertad de expresión”.
Y cuando eso sucede, se está ante un escenario muy adverso, en término de libertades para la sociedad en su conjunto. No hay equilibro en los poderes, y estaremos viviendo como en las dictaduras.
Lo más delicado sin duda, es que se sigan alimentando un discurso de odio contra los periodistas desde algunas instancias de Gobierno.
Estos dos crímenes ya comentados se suman al asesinado del periodista Luis Enrique Ramírez Ramos, quien fue encontrado en un camino de terracería cercana al ejido El Ranchito, municipio de Culiacán, Sinaloa, el jueves de la semana pasada.
El comunicador de 59 años, era propietario del portal de noticias Fuentes Fidedignas y columnista del diario El Debate.
Laboró en los diarios La Jornada, El Financiero, El Nacional; recibió reconocimientos como el Premio Pablo de Villavicencio de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y es autor de publicaciones como La Muela del Juicio y La Ingobernable. Encuentros y desencuentros con Elena Garro.
En sus 40 años de trayectoria cubrió principalmente la fuente cultural y política, recibió diversos reconocimientos en los que destaca el Premio Nacional de periodismo Juvenil José Pages Llergo.
El asedio contra la prensa en México, sin duda se ha incrementado de manera alarmante en el presente sexenio. La pregunta es ¿Por qué?
Ante ese escenario colegas de los diferentes medios de comunicación han realizado diversas manifestaciones en distintas entidades del país para exigir justicia y que se castigue a los responsables de los crímenes contra los comunicadores. Así como para solicitar garantías al gobierno federal para poder ejercer un periodismo libre.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana.
¡Ánimo!
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