Apenas unas horas después de festejar el Domingo de Pascua con la impartición de la bendición Urbi et Orbi desde el balcón central de la Basílica de San Pedro y de recorrer en el papamóvil parte de la plaza, a las 7:35 de la mañana del lunes, hora de Roma, el papa Francisco fallecía en su habitación de la Casa Santa Marta, donde vivía desde que fue Papa.
A pesar de su delicado estado de salud, el día anterior, el pontífice decidió recorrer la plaza para saludar a los fieles y bendecir a algunos niños. Este acto fue especialmente significativo, ya que marcó su última aparición pública.
La plaza estaba abarrotada con aproximadamente 50 mil fieles, quienes asistieron sin saber que sería el último evento del papa Francisco.
El primer papa argentino, Jorge Mario Bergoglio, su nombre de civil, falleció a los 88 años debido a un derrame cerebral, que le provocó un coma y una insuficiencia cardiocirculatoria.
Su salud ya estaba comprometida tras haber sido hospitalizado en el Hospital Gemelli de Roma el 14 de febrero de 2025, debido a una neumonía bilateral que requirió un tratamiento intensivo. Fue dado de alta el 23 de marzo, pero su estado seguía siendo delicado, y estaba convaleciente.
Aunque indudablemente su partida entristece a todos los católicos del mundo y a todos aquellos que lo reconocían como un líder carismático y humilde que hizo mucho por reformar a la Iglesia católica en sus 12 años de papado, no pudo elegir un día mejor para su partida: el papa muere un día después de la celebración de la Resurrección.
El papado de Francisco se caracterizó por su enfoque en la reforma de la Curia Romana, la inclusión de grupos marginados, su compromiso con los pobres y migrantes, la lucha contra la pederastia en la Iglesia, y el diálogo interreligioso. También promovió una Iglesia más cercana a la gente y menos burocrática, con un énfasis en la transparencia y la búsqueda de la descentralización del poder.
Será recordado como un papa profundamente espiritual que amaba orar, muy humilde, con carácter fuerte, aguda inteligencia, sentido del humor y un gran amor por su país, Argentina.
¡Francisco, hermano, ya eres mexicano!
El papa Francisco visitó México una sola vez, en febrero de 2016; su visita fue un evento de gran relevancia social y religiosa.
Durante seis días, el pontífice recorrió diversas ciudades del país, destinos elegidos por él entre los más pobres, inseguros y problemáticos del país, llevando un mensaje de paz, justicia y solidaridad a millones de fieles.
Su visita, que tenía como propósito reforzar la fe de los católicos mexicanos, también subrayó la importancia de abordar problemas sociales como la pobreza, la migración y la violencia.
El Papa llegó a la Ciudad de México el 12 de febrero de 2016, donde fue recibido con entusiasmo por el entonces presidente Enrique Peña Nieto y su hoy exesposa, la actriz Angélica Rivera.
De acuerdo con EL UNIVERSAL, las campanas de la Catedral Metropolitana repicaron celebrando la llegada del papa Francisco, a pocos minutos de que su avión aterrizara en el Aeropuerto de la Ciudad de México (AICM) donde fue recibido por la entonces pareja presidencial.
Aproximadamente 5 mil personas vestidas de blanco le cantaron al papa en el AICM, luego de su arribo a la CDMX.
Las tres integrantes del grupo Pandora -Isabel y Maite Lascurain y Fernanda Meade-, Lucero, Cristian Castro, Ana Victoria y Diego Verdaguer, entonaron canciones en compañía de un coro infantil para dar la bienvenida a su santidad, el obispo de Roma, a suelo mexicano.
Miles de personas se congregaron en las calles para verlo pasar en el papamóvil. Durante su estancia, el papa visitó la Ciudad de México, Ecatepec, San Cristóbal de Las Casas, Tuxtla Gutiérrez, Morelia y Ciudad Juárez. En cada lugar, encabezó misas multitudinarias y se reunió con diversos sectores de la sociedad: políticos, jóvenes, indígenas, trabajadores y migrantes.
En su primer día en la CDMX, el sumo pontífice de la Iglesia católica tuvo una recepción de Estado en Palacio Nacional con Peña Nieto. Después, en la Catedral Metropolitana, recibió las llaves de la ciudad por parte del entonces jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera.
Más tarde, después de un recorrido en el papamóvil desde la nunciatura, llegó a la Basílica de Guadalupe, donde le esperaban cerca de 50 mil personas. Allí, sostuvo un muy ansiado encuentro con la virgen y estuvo orando en el camarín donde se resguarda el ayate de San Juan Diego por unos 20 minutos en total silencio y recogimiento.
En Ecatepec, Estado de México, el papa Francisco celebró una misa en la que hizo un llamado a combatir la corrupción y la violencia, y a trabajar por una sociedad que sea más justa y solidaria, antes de eso sobrevoló en helicóptero la zona arqueológica de Teotihuacán. Sun
Adiós, Papa Francisco
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