*Ante Medidas Arancelarias que Pretende Imponer EU a México.
Tapachula, Chiapas; 20 de Febrero.- Ante la posibilidad de que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, decida aplicar medidas arancelarias o de restricciones comerciales a la fruta de importación mexicana, los productores de Chiapas se han sumado al protocolo federal con las naciones de Oriente, como una posibilidad de afrontar la problemática y, con ello, abrir de manera exponencial los horizontes de exportación.
De acuerdo a Eduardo Altúzar López, presidente de la Asociación Agrícola de Productores de Plátano del Soconusco, con esas acciones emprendidas por el Gobierno Federal mexicano, se busca que este mismo año se inicie la exportación de banano a países como Corea, China y Japón.
De consolidarse esos nuevos acuerdos comerciales, no sólo se beneficiarían los productores de plátano y banano, sino también de otros cultivos que tienen gran demanda en esas regiones, y que se producen en Chiapas.
Indicó que para tener un ejemplo de la magnitud de las exportaciones de fruta desde el Soconusco, únicamente de plátano y banano se envían anualmente a los Estados Unidos unos 10 millones de cajas, como parte de los contratos ya establecidos.
El desplome del Peso ha perjudicado a los productores del Soconusco, consideró, porque las tarifas de la mano de obra de jornaleros centroamericanos se ha incrementado y son incosteables.
Es decir, con el cambio de la paridad en las monedas, los trabajadores centroamericanos consideran que les pagan muy poco por las actividades que desempeñan y están optando por ya no venir a Chiapas.
Ahora, esas tareas las están tratando de cubrir con jóvenes mexicanos de la región, pero hay muy poco interés y, en general, no son suficientes para suplir a los centroamericanos que han llegado por décadas.
Ese problema de la devaluación del Peso Mexicano, según el líder platanero, ha ocasionado que ahora el tráfico de mercancías sea de México hacia Centroamérica -principalmente de abarrotes y granos-, contrario a lo que históricamente ocurría.
Lejos de perjudicar a Chiapas, ese comercio ilegal está ocasionando ventas muy altas y un movimiento de circulante que se está convirtiendo en el sostén de la economía regional, sostuvo.
Eso, y la llegada diaria de miles de turistas guatemaltecos a la región fronteriza con fines comerciales, también repercute favorablemente para sectores como el turístico, restaurantero y de servicios.
En torno al comercio informal de mercancías en la frontera, consideró que es un fenómeno que siempre ha existido entre las franjas fronterizas en el mundo, y que Chiapas con Guatemala no es la excepción.
Por ello, opinó, es imposible frenar ese comercio natural y que, en lugar de impedirlo, el Gobierno debe regularizarlo con medidas de libre arancel, como se ha tratado de hacer desde hace muchos años pero que sólo ha quedado en la buena voluntad. EL ORBE/Ildefonso Ochoa Argüello