*Advierte el Centro Cardiológico de Tapachula.
Tapachula, Chiapas; 15 de Mayo del 2023.- La profesión de la docencia en el México actual está inmersa en una serie de factores que desencadenan en múltiples padecimientos, muchos de ellos crónico degenerativos o graves, señaló Jorge Antonio Vázquez Marroquín, director del Centro Cardiológico de Tapachula.
En entrevista para rotativo EL ORBE, indicó que todos los grupos laborales tienen sus diferentes características y situaciones especiales que los conllevan a varios problemas de salud, y los maestros no son la excepción.
Hay enfermedades muy propias de la situación de ser docentes, explicó, sobre todo por los constantes conflictos que tienen con los padres de familia que, en muchos de los casos, generan una situación difícil de estrés, angustia, y ansiedad que pueden desencadenar alteraciones de la tensión arterial, llevándolos sobre todo a la hipertensión y daños colaterales.
De acurdo a las evaluaciones que han realizado a los profesionales de la educación de la región, hay diversos daños en otros rubros cardiológicos, «donde se observa este problema, como en las alteraciones del ritmo cardíaco, sobre todo extrasístoles y taquicardias».
En maestros de Secundaria, Preparatoria y grados superiores, informó que hay otros tipos de estragos en la salud de los catedráticos, porque ya tienen mayor edad, y para ello mencionó a la diabetes o las alteraciones en el funcionamiento renal, «entonces se hace un combo de enfermedades y de riesgo, de complicaciones y desequilibrios que pueden poner en predicamento la vida».
Además, «hay que estar alertas a los síntomas como las cefaleas, dolor de cabeza, palpitaciones, cambios en la capacidad física, levantarse con sed de aire, mareos, inestabilidad, que pudieran ser advertencias de que algo en la esfera cardiovascular o cardio cerebrovascular está alterada y que deben prestar atención a esos datos, acudir a su médico lo más pronto posible», señaló.
Desde su punto de vista, el ejercicio de la docencia tiene un mayor riesgo por el contacto completo y continuo con la interacción con otros seres humanos.
Además, que los pizarrones -negros y verdes- en donde se escribe con el gis, a través de los años de estar expuestos, les conllevó a enfermedades como el EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), que dejó a muchos con secuelas de disnea o de falta de aire
«Todavía hay infinidad de escuelas con ese tipo de pizarrones y eso conlleva a una enfermedad laboral, y que debemos estar conscientes», puntualizó. EL ORBE / JC
