Ciudad de México; 4 de Diciembre.- La investigadora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), Katia García Maldonado, destacó que México es el mayor consumidor de alimentos procesados y ultra procesados en América Latina y el cuarto en el mundo.
En el marco de la sexta sesión del Seminario Permanente de la Red de Sistemas Agroalimentarios Localizados-México (SIAL), Fraudes y realidades del etiquetado de los quesos en México, la académica explicó que a partir de octubre de 2025, cuando entrará en vigor la fase tres de etiquetado, empezará a aplicarse el perfil nutrimental íntegro, es decir, los nutrientes que forman parte del alimento como tal y los que se añaden.
«La razón por lo que se hizo esto es por los riesgos en la salud por el consumo excesivo de ciertos nutrientes críticos como las grasas saturadas y sodio», especificó. Maldonado, junto a otros expertos reunidos por el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, señaló que en el tema de los alimentos, los ciudadanos son los más desprotegidos, porque creen fehacientemente lo que los fabricantes ofrecen en la etiqueta de sus productos. Razón por lo que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) alertó a través de un comunicado que los mexicanos están perdiendo la percepción sensorial de los alimentos, pues la adulteración de estos se ha vuelto cada vez más sofisticada.
«Estamos perdiendo la percepción sensorial de los alimentos. En el caso de los quesos elaborados con leche, los hemos sustituido por aquellos a base de ingredientes, lo cual afecta de manera directa a quienes trabajan para obtener la lactosa como materia prima», dijo el especialista en Ciencias de los Alimentos por el Tecnológico Nacional de México, Aarón Fernando González Córdova.
No solo se trata de añadirle agua a la leche para obtener un mayor volumen, sino de la mezcla de una serie de ingredientes que constituyen un engaño al consumidor, externó el también investigador del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD).
Precisó que a pesar de que las adulteraciones son sofisticadas, hoy se han perfeccionado los métodos de análisis para detectarlas. «Esta es una carrera contra el tiempo, caminan las estrategias que se usan para falsificar los alimentos, pero también los métodos por medio de los cuales podemos detectar esas alteraciones». Sun