* Aún Recibe Recursos del Presupuesto.
Ciudad de México; 16 de Abril.- A cuatro años de que se eliminó la Subsecretaría de Ingresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), se desconoce cuál ha sido el destino de los recursos que tenía asignados, lo que significa un desorden administrativo, de acuerdo con especialistas.
Lo anterior, debido a que hasta ahora se le siguen asignando recursos en el presupuesto autorizado por la Cámara de Diputados, aunque menores en comparación a lo que recibía antes de ser suprimida.
En 2018, esa área contaba con un presupuesto anual de 65 millones 497 mil 958 Pesos, monto que descendió en el transcurso de este sexenio hasta quedar en 21 millones 195 mil 911 Pesos para el presente año.
Para la coordinadora de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, Mariana Campos, el hecho de que sigan apareciendo asignaciones de recursos para áreas que fueron eliminadas significa que hay un desorden administrativo y falta de rendición de cuentas, porque ese dinero quizá se canalizó a otros rubros, pero se ignora.
En su opinión, debería intervenir la Auditoría Superior de la Federación (ASF) para revisar la Cuenta Pública y ver lo que sucedió, con el fin de despejar dudas, porque la gran pregunta es «a dónde se ha ido ese dinero».
Respecto a la eliminación de la Subsecretaría de Ingresos de la SHCP, consideró que fue una medida inadecuada.
«No fue una buena decisión porque esa subsecretaría se encarga de la política de ingresos, cuando México destaca en América Latina por ser uno de los peores recaudadores», afirmó.
La experta aseguró que a todos los ajustes que se han hecho no se les puede considerar como ahorro, porque los recursos se han gastado.
«Más bien, se ha consumido el ahorro, como sucedió con lo que se tenía en los fondos de estabilización», apuntó.
Por su parte, el director ejecutivo de la organización civil Transparencia Mexicana, Eduardo Bohórquez, dijo que no todas las medidas de austeridad son ahorros eficaces, puesto que hay muchos casos en donde un recorte generalizado compromete la operación de ciertos programas de gobierno.
Desde su punto de vista, para que los beneficios de austeridad sean plenamente identificados es necesario no sólo hablar del monto, que podría ser sólo un recorte, sino dar a conocer el impacto de la medida en la vida de las personas y las instituciones.
«Si recortas presupuesto, por ejemplo, pero crecen las filas para recibir un servicio, trasladas un ahorro financiero al derechohabiente; las personas pagan por su tiempo los ajustes presupuestarios», enfatizó.
La falta de claridad sobre el destino de los recursos que tenían asignados se presenta en las 10 Subsecretarías que fueron suprimidas en diversas dependencias del Gobierno Federal. Sun