*Seguido de Brasil.
San José, C. Rica.- Los gobiernos de los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Brasil, Jair Bolsonaro, tuvieron el más deficiente desempeño en el combate al coronavirus en América Latina y el Caribe en 38 meses y 10 días de 2020 a 2023.
México llegó al anuncio que la Organización Mundial de la Salud hizo este viernes de proclamar el final de la fase de la emergencia mundial por la pandemia como el segundo país de América Latina y el Caribe con más número de muertos, sólo superado por Brasil.
Luego de que en Brasil se detectó el 25 de febrero de 2020 lo que fue el primer paciente de Covid-19 en los 33 países latinoamericanos y caribeños, México acumuló 333 mil 188 decesos, con 7 millones 483 mil 442 casos y 502 millones 262 mil 440 dosis aplicadas de las diversas vacunas contra la enfermedad.
El recuento fue suministrado por la Universidad Johns Hopkins, centro privado de educación superior de Virginia, Estados Unidos, que inició el registro diario de la enfermedad y lo llevó del 22 de enero de 2020 hasta el 10 de marzo de 2023.
Con los datos a esa fecha de hace casi dos meses, un cálculo extraoficial y aproximado determinó que en México murieron unas 260 personas por cada 100 mil personas y que el total de fallecidos equivalió a 0.26 por ciento del total de sus 128 millones 500 mil habitantes.
Brasil y México, que son los gigantes económicos de América Latina y el Caribe y con más del 50% —344 millones— de los 661 millones de habitantes de los 33, se instalaron en los dos primeros puestos de las naciones más golpeadas por la crisis sanitaria.
La administración de López Obrador, que empezó el 1 de diciembre de 2018, dirigió la gestión de México en todas las etapas del virus. A la de Bolsonaro, que gobernó del 1 de enero de 2019 al 1 de enero de 2023 le correspondió conducir a Brasil en el inicio y en la fase intermedia de la crisis, mientras que la de Luiz Inácio Lula da Silva debió hacerlo en la final. Lula da Silva asumió el 1 de enero anterior.
Los presidentes López Obrador y Bolsonaro fueron severamente cuestionados en sus países en febrero y marzo de 2020 por minimizar la magnitud de la pandemia, ignorar los protocolos sociales y cuarentenas para aislarse, distanciarse o confinarse y desatender los pedidos para masificar el uso de tapabocas, guantes y otros insumos biomédicos.
