* Conductores Denuncian que Actúan en Contubernio con los Corralones.
Tapachula, Chiapas; 01 de febrero del 2023.- «Es sumamente lamentable que hasta la fecha, el servicio de grúas en la región no esté regulado por alguna autoridad competente, lo que propicia que los dueños de esas empresas y de la exclusividad, impongan tarifas a su antojo, a su libre albedrío, con cobros exorbitantes por el traslado de carros accidentados o que requieren ser llevados a algún taller de reparación».
Así lo dio a conocer en entrevista con el rotativo EL ORBE, Manuel de Jesús Márquez González, miembro del Colegio de Abogados del Soconusco, quien manifestó que en este asunto, los dueños de las grúas (llamados popularmente pulpos de ese servicio) se apoyan de un supuesto tabulador federal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), o del Transporte Terrestre Federal.
Obviamente, dijo, en el fuero común, o en el estado de Chiapas, no hay una regulación, por la sencilla razón de que no está acompañada de la misma Ley General de Transporte del estado de Chiapas, que, en su reglamento, no tiene regulada esa actividad, y mucho menos que esté pendiente de las cobranzas que imponen los dueños de las grúas. «Y ese silencio de las autoridades hacen suponer complicidad».
Añadió que, en realidad, esos acaudalados empresarios cobran lo que quieran, porque la autoridad no los regula y en este asunto, obviamente, debería de participar la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), pero resulta que no hay ninguna oficina de esta dependencia en la ciudad, ya que la única que había, el actual gobierno federal ordenó que se la llevaran a Tuxtla Gutiérrez.
Explicó que el servicio que prestan es de abanderamiento, arrastre y de custodia en los corralones. Sin embargo, recalcó que todos los corralones, están a cielo abierto, expuestos a las lluvias, al sol, y el calor deteriora a los vehículos, ya que no hay ninguna protección en este sentido, lo que provoca que las llantas, las láminas, la pintura del carro sufran corrosiones, y casualmente varios de esos lugares también son propietarios de las grúas.
Para el perjuicio del infortunado pueblo, ahí también cobran la custodia, y hasta un seguro que dicen que ellos pagan para proteger los vehículos en caso de un siniestro (incendio) u otro problema.
Por otro lado, dejó en claro que, cuando se contrata un seguro hay que preguntar cuál es el alcance, porque en casos de accidentes y que esos vehículos van a dar al corralón, tiempo después y luego de las investigaciones por parte de la Fiscalía, si el dueño de la unidad no fue el responsable del percance, a la hora que le devuelven su unidad, no tiene por qué pagar absolutamente nada en el corralón, pero la población no lo sabe. EL ORBE / Nelson Bautista