Horario de Locos
Oscar D. Ballinas Lezama
Hasta que se les prendió el foco a algunos Diputados invisibles en Chiapas, quienes hicieron una petición al Congreso de la Unión, para que se reforme la ley del sistema de horarios en México.
Para nadie es secreto que el horario de verano no aplica en Estados como Sinaloa y Quintana Roo, así como en algunos municipios de la franja de la frontera norte, sin embargo, Chiapas ha formado parte del grupo de entidades que han sido utilizados como ‘conejillos de indias’ de los Gobiernos en turno, sin que se comprobara que con ello se beneficia a la gente.
Fue en 1996, cuando por un mandato del Gobierno de Ernesto Zedillo se tuvo la ocurrencia de echar andar el cambio de horario, con el argumento de que este traería grandes beneficios a la ciudadanía, pero a la larga resultó más falso que la peluca del ‘Rey del norte”, Donald Trump.
Otra falacia inventada por los que desfilaron en Los Pinos, fue que cambiando el horario se protegería el ingreso familiar al aprovecharse la luz solar más tiempo, sin embargo, nadie tomó en cuenta que por mucho madrugar no iba a amanecer más temprano; así como el hecho de que todo mundo terminaría como ‘caballo lechero’, sobre todo los burócratas que llegan a dormir en su trabajo y los estudiantes en las escuelas, ante el cambio brusco para salir de la cama.
Lo peor de todo es que ningún consumidor de energía eléctrica obtuvo beneficio con esta atolondrada idea, los usuarios de la CFE en Chiapas, siguen pagando por el consumo de electricidad las tarifas más altas en todo el país y las ganancias sólo han sido para los integrantes del grupo de millonarios que se sienten dueños de México.
Ahora falta ver qué impacto tiene ante el Congreso de la Unión el trámite legislativo de los legisladores, cuyo exhorto para cambiar el manejo del tiempo al horario de Dios, cuando el canto del gallo es natural y no se gaste tanta luz en la madrugada cuando todo está muy oscuro.
Para el próximo mes de Abril se espera el cambio de este horario, habrá que saber si la petición hecha ante el Congreso de la Unión tendrá los resultados que se buscan y que ayudarían a desaparecer el ‘horario loco’ en Chiapas.
En otras cosas, allá por el rumbo de la ‘tierra de Dios’, los tuxtlachiquenses están que ni los calienta el sol, ya que al parecer su alcaldesa, Dese Lizbeth González, ordenó la destrucción del famoso parque central que es parte del reconocimiento que le hicieron a ese municipio, como ‘pueblo mágico’.
Las voces protestatarias de Tuxtla Chico, acusan a la mencionada Presidente de supuesto abuso de poder, con la finalidad de engrandecer su cuenta bancaria con la presentación de grupos de músicos famosos, los que nadie duda cobrarán una millonada por su actuación en el ‘pueblo de los machetes’.
Los pobladores le piden con fervor cristiano a su santa patrona, la Virgen de la Candelaria, que perdone la ignorancia cultural de sus autoridades que por intereses que nadie sabe semidestruyeron el llamado ‘pueblo mágico’.
Por el rumbo de Ciudad Hidalgo, conocido como la ‘Tijuanita del sur’, la delincuencia se ha desatado y todo mundo vive con el ‘Jesús’ en la boca: robos, asaltos, secuestros, asesinatos, violaciones, son el pan de cada día en esa puerta de entrada en la frontera sur de México.
En Cacahoatán, Frontera Hidalgo, Metapa, Huixtla y Tapachula, la delincuencia tampoco canta mal las rancheras y la gente ya no sabe a qué santo encomendarse, las corporaciones policiacas han sido rebasadas por los malandracos.
Para nadie es secreto que en casi todos los municipios del Soconusco, con la llegada de los migrantes indocumentados, ahora proliferan las bandas de delincuentes así como la prostitución y las enfermedades venéreas; las autoridades policiacas y de salud brillan por su ausencia.
Es urgente y necesario que todas las autoridades de los tres órdenes de Gobierno en la Costa se pongan las pilas y se esfuercen por cumplir con su encomienda de brindar todos los servicios públicos a sus conciudadanos, principalmente los relacionados con la seguridad y la salud, tomando en consideración que la vida no retoña.
