Por Oscar D. Ballinas Lezama
“En este mundo no se puede estar seguro de nada, salvo de la muerte y de los impuestos” : Benjamín Franklin
¡Santo Dios!
“Ni Francia, Estados Unidos, Chile, Colombia, nadie se ha atrevido a gravar con más del tres por ciento las plataformas digitales, y aquí nos proponen que cobremos un 17 por ciento de ISR, además de un 16 por ciento de IVA a los servicios”, dijo el senador oriundo de Nuevo León, Samuel García, en un video que hizo circular en las redes sociales.
El legislador alertó que la creación y aumento de impuestos en el nuevo paquete fiscal, que circuló en la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado de la República, explica que en las aplicaciones que ofrecen servicios de transporte, hospedaje, alimentos y comunicación, con oficinas en el extranjero, se verán seriamente afectados por el nuevo gravamen.
Según el congresista Samuel García, se incluye en este paquete fiscal un incremento al impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) que se aplica a la gasolina, los cigarros, las bebidas, entre otros, afirmó.
Nadie sabe si el senador que puso el dedo en la llaga del pueblo, justifique su denuncia en la máxima tribuna de México, lo que sí es cierto, es que los contribuyentes ya están espantados ante lo que podría considerarse una especie de terrorismo fiscal, según dijo el mismo senador de la república en el video que subió a su página de Facebook.
Ojalá que la denuncia de un legislador sea aclarada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, ya que el ‘horno no está para bollos’ en un país cuyos gobernantes anteriores lo dejaron en ruina, sin embargo, eso no aplica para que ahora el titular de Hacienda trate que los contribuyentes sigan pagando los platos rotos para de esa manera tratar de sacar el ‘buey de la barranca’, cuando lo más prudente sería enjuiciar a los que robaron el dinero del pueblo, obligándolos a devolver esas fortunas y encarcelarlos, nada de ‘borrón y cuenta nueva’.
Si lo que jura y perjura el parlamentario neoleonense, es cierto, estaríamos ante un año 2020 que a la sociedad mexicana se la va a llevar el payaso. Si de acuerdo con el documento que circula la tasa de retención del IVA para todas las plataformas digitales será del 8 por ciento, el ISR variará acorde a los giros e ingresos de cada empresa; mientras que para los prestadores de servicio del transporte de personas el impuesto será de 2 al 8 por ciento, aplicando el cargo más alto a quienes tengan ingresos de más de 21 mil pesos.
Por otro lado, a los que ofrecen servicio de hospedaje se les pretende cargar la mano, según el senador denunciante se le aplicará un impuesto del 2 al 10 por ciento, conforme al rango de ganancia que manejen, quienes obtengan ganancias por más de 35 mil pesos mensuales serán acreedores a los gravámenes más altos.
Se espera que este senador no esté politizando el tema y tratando de asustar con el ‘petate del muerto’ a los contribuyentes, porque eso sería grave, sobre todo en estos tiempos, en que todo mundo ha depositado su confianza en el cambio ofrecido por la nueva administración de la Cuarta Transformación.
Un tema tan delicado no se puede soslayar, sobre todo cuando se dice el paquete fiscal se va ayudar a las transnacionales y no a los mexicanos emprendedores, a quienes se les pretende cobrar el 17 por ciento del ISR y por adelantado y además un 16 por ciento de IVA, lo que no sería de mucha ayuda a los empresarios nacionales.
En el caso de los consumidores de refrescos, cerveza (aumentará 10 pesos el six), cigarros(aumentará 9 pesos la cajetilla),lo que estaría bien, porque son productos que perjudican la salud de las personas. Sin embargo, según el senador que advierte sobre este tema a sus conciudadanos, ninguno de esos impuestos está etiquetado para combatir la obesidad, ni al sector salud, mucho menos a la cirrosis o enfisema pulmonar que provocan esos productos, sino que el legislador sospecha ese dinero podría tomar otro camino.( ¿?)
Ojalá que los funcionarios, sobre todo el Secretario de Hacienda y Crédito Público, salten a la palestra para aclarar paradas en un tema tan delicado, en un país con más de 60 millones de gente que vive en pobreza extrema.
No se puede descartar que las declaraciones del Senador en ningún momento se han sustentado con documentos o declaraciones oficiales; los contribuyentes andan escandalizados porque esa denuncia les ha caído como una bomba; ojalá que el resto de los legisladores digan esta boca es mía y no se queden callados ante esta denuncia, sería grave que fuera cierto.
