jueves, abril 25, 2024
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Desde mi Trinchera

El Fuchi, Guácala de Regidores a Isidro “Chilo” Ovando.
Diego Victorio

Es cierto que el proceso sucesorio -por el deceso de Oscar Gurría Penagos- atraviesa por un vía crucis jurídico originado por una reforma inacabada al artículo 81 de la Constitución local.
La addenda parlamentaria (al párrafo del apartado 81 de la Carta Magna aldeana) faculta de manera exclusiva al Congreso del Estado designar a los Alcaldes sustitutos.
Sin embargo, la Ley de Desarrollo Constitucional en materia de Administración Municipal, que es un ordenamiento que regula el funcionamiento y atribuciones de los Ayuntamientos establece, en su artículo 36, que: “el Congreso del Estado hará la designación correspondiente conforme a la propuesta que reciba del Ayuntamiento».
En el estricto sentido jurídico, es una Ley inacabada porque el artículo 36 de los preceptos de Desarrollo Constitucional en Administración Municipal, contraviene al 81 de la Constitución de la entidad.
Sin embargo, por ser la Constitución del Estado nuestro máximo código, se interpreta que será el Congreso del Estado quien designe al Edil sustituto de Tapachula.
Ese desaseo legislativo, fue la rendija observada por un apresurado grupo de leguleyos ligados e identificados con el extinto Oscar Gurría Penagos.
Hurgaron los códigos locales para apelar a esa laguna jurídica, intentando dar un albazo, un madruguete, como coloquialmente se le llama.
Irónicamente, quienes con singular desesperación cuadraban la sustitución ipso facto del fallecido Edil, eran los que en público se erigían como sus amigos y, lo peor, familiares también participaban en el entramado, pese a que el cuerpo de Gurría Penagos yacía aún en su ataúd.
Exhibiéndose como mercenarios e hipócritas, planeaban al margen de la Ley ungir -como sustituto de Oscar Gurría- al primer regidor Isidro Ovando Medina, conocido en la baja estofa como “Chilo”.
La tramposa y hasta burda estrategia se confirmaba con una espuria convocatoria a sesión de Cabildo, confeccionada por quienes hipotéticamente deberían estar en duelo y menguados por el dolor que causa la partida de un amigo.
No hay límites para describir la miseria humana de los cercanos al Expresidente, pues el bodrio no había sido avalado por dos terceras partes del Cabildo, por lo que perdía validez y, paralelamente los convocantes la seriedad.
El documento, aparte de que evidenciaba una sospechosa urgencia de sentar a Isidro Ovando en la silla de Gurría; desde la perspectiva moral desnudaba la ambición desproporcionada del círculo cercano al galeno.
Obtuve el documento (convocatoria a la sesión extraordinaria de Cabildo) y, el nombre de los personajes que ordenaron al secretario municipal, Luis Del Pino Acotto, emitir el exhorto.
Y, sí, los autores intelectuales responsables de convocar a sesionar -señalados por mi fuente- son la sindico municipal Rosa Irene Urbina, el regidor primero Isidro Ovando Medina y un familiar cercano del Exedil.
Lo predecible de su frustrado plan deja al descubierto que es Isidro Ovando Medina la única carta -de los incondicionales de Gurría- en el juego de la sucesión.
Técnicamente, los Gurriístas, deberán entregar el poder a otro grupo político:
Y es que, he cruzado información con personajes inmersos en la situación y, nadie respalda a Isidro Ovando Medina.
Mis fuentes aseguran que de los diez integrantes del Cabildo, siete no son afines al célebre “Chilo”.
Un dato más crudo es que Isidro solo alcanzaría dos sufragios en la mesa de votación, el suyo y el de la Síndico.
Es decir, ni el recoveco hallado en el artículo 36 de la Ley de Desarrollo Constitucional en materia de Administración Municipal, asistiría a Isidro “Chilo” Ovando.
La premura con que pretendían asestar el golpe -en medio de la solemnidad de las exequias del Doctor- para cederle las llaves del despacho principal de Palacio Municipal a Ovando Medina, puede tener connotaciones intrínsecas.
Una de ellas es que, si Isidro Ovando Medina no logra tener la mayoría en el Cabildo para ser la propuesta que sustituya a Oscar Gurría, menos que lo consiga en el Congreso del Estado, por eso la celeridad.
En el Legislativo son otros los acuerdos y, otras, las personas que se sientan a tomar las decisiones.
Isidro es un tipo que está boletinado y vetado en el Penthouse del segundo piso de palacio estatal.
Fue el creador en Tapachula de aquella afrenta al entonces candidato de Morena a la gubernatura de Chiapas, a la sazón jefe del Poder Ejecutivo.
“AMLO, sí; Rutilio, no”, decía el camorrero y corriente personaje, hoy aspirante a la alcaldía huacalera.
La vida da vueltas y, creo aquí ya dio. Al Tiempo.
Comentarios Atrincherados.
*Hoy por la mañana sesionaran los diez integrantes del Cabildo tapachulteco, tengo confirmado, que siete de ellos pondrán el nombre de un Regidor sobre la mesa para votar a su favor y, en consecuencia, ungirlo como propuesta de sustituto del fallecido Oscar Gurría.
Definitivamente, Isidro Ovando no va a ser.
*Y, de acuerdo a una fuente de alto nivel, puede ser mujer, pues aunque las multicitadas disposiciones legales refieran que se «respetará en todo momento las reglas y el principio de paridad» -es precisamente las «ACCIONES AFIRMATIVAS»- la institución del derecho electoral mexicano las que, a través de más de 8 jurisprudencias, permiten a las mujeres llegar a cargos de elección popular y ocupar puestos públicos sin importar la paridad de género, en franco beneficio a las mujeres.
*No descarte entonces los nombres de la regidora Viridiana Figueroa.
Obviamente, también el de Rosa Urbina, sin embargo, ella también correría con la misma suerte que Isidro.
Los otros dos candidatos hombres son Yumaltik de León Villard y José Alberto de San Cristóbal.
Aunque, para Tapachula, lo mejor sería un Concejo Municipal. Ni uno está a la altura. Hasta pronto.

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