Ganaderos en Quiebra Oscar D. Ballinas Lezama

Más de 50 millones de Pesos pierden anualmente los ganaderos, que encuarentenados desde hace casi 30 años, aún sobreviven en los municipios de la llamada zona ‘búfer’; presuntamente la Secretaría de Desarrollo Rural los mantiene estigmatizados al acusarlos de tener ganado enfermo de brucelosis y tuberculosis, denunciaron pequeños productores de bovinos en la frontera sur de México.
Los denunciantes que pidieron la secrecía por temor a represalias de la supuesta mafia que opera en algunas áreas del sector ganadero, dijeron en exclusiva a EL ORBE, que, en forma inexplicable e injusta, la Senasica y la Sader no les permiten desde hace tres décadas vender su ganado fuera de la zona ‘B’, en la que se ubican: Unión Juárez, Cacahoatán, Tuxtla Chico, Metapa y Suchiate.
Explicaron que en los últimos barridos (análisis del ganado) los hatos ganaderos tienen una prevalencia del dos por ciento, sin embargo, la Secretaría de Desarrollo Rural se niega a darles luz verde para exportar su semovientes, por lo que tienen que caer en manos de los ‘coyotes’ (intermediarios), quienes les compran a bajo precio, y extrañamente ellos (los coyotes) sí pueden aretear el ganado para moverlo y venderlo en todo el territorio mexicano.
Mencionaron los denunciantes que en Chiapas únicamente existen dos rastros oficiales para la matanza del ganado, sin embargo, para nadie es secreto el tráfico de carne que sale de mataderos clandestinos (rastro de traspatio), no cuentan con certificación de las autoridades sanitarias y, sin embargo, venden la carne a diestra y siniestra en los mercados de todo Chiapas, incluso, en otros Estados de la República.
Señalaron, que, ante este descontrol y omisión de las autoridades gubernamentales, la carne no es de buena calidad y pone en peligro al consumidor, pues no está certificada por la Secretaría de Salud, como se supone se hace en los dos rastros oficiales en la entidad chiapaneca, uno en Tuxtla Gutiérrez y el otro en Tapachula.
Otro de los problemas que origina la matanza en rastros de traspatio, es que se desconoce el origen del ganado, que casi siempre es de contrabando o producto del abigeato, y nadie vigila si los animales sacrificados están enfermos, por lo que se presume que en lo que se refiere al manejo de la venta del ganado en pie o destazado, existe una mafia bien organizada que pudiera depender de las altas esferas gubernamentales, presuntamente en contubernio con algunas asociaciones o uniones ganaderas a través de sus Comités de Protección Pecuaria y sus coordinaciones regionales, quienes son los que manejan la venta de aretes.
Aseguraron que desde hace varios años existe la sospecha de que los aretes que permiten transportar el ganado y venderlo, se los niegan a los pequeños productores de la zona ‘bufer’ en la frontera sur, argumentando que sus reses están contaminadas de brucelosis y tuberculosis, sin embargo, los venden como pan caliente a los ‘coyotes’, por lo que vienen exigiendo al Gobierno Federal se haga una minuciosa investigación a las Uniones Ganaderas en Chiapas, así como a los coordinadores regionales de aretadores.
Recordaron que hace aproximadamente cuatro años, se dio el primer escándalo por la denuncia de la venta de más de 150 mil aretes, que supuestamente se les había entregado a grandes productores de ganado, cuando se presume que bajo el agua se vendió a los intermediarios o ‘coyotes’, quienes hacen la reventa y obtienen millonarias ganancias, las que, se supone, reparten con sus presuntos cómplices.
Apuntaron que, al parecer, la Unión y Confederación Ganadera Nacional desconoce lo que realmente está pasando con el sector ganadero en la frontera sur, en donde miles de cabezas de ganado pasan de contrabando diariamente por los más de 370 pasos informales sobre el río Suchiate.
Añadieron que en forma increíble los tráileres llenos de ganado centroamericano, que son trasladados de contrabando por los caminos y carreteras chiapanecas y de toda la República Mexicana no son molestados por ninguna autoridad, empezando por la Guardia Nacional que forma el muro humano de Donald Trump, para tratar de evitar la entrada de migrantes a este país.
Afirmaron los quejosos, que en la zona ‘búfer’ de la frontera sur en el Soconusco, al menos unos 1500 pequeños propietarios de ganado están encuarentenados, sin apoyo al campo y que el crédito a la palabra es una gran mentira, un programa hecho con ‘las patas’ por funcionarios del Gobierno incapaces, desconocen el tema y trabajan detrás de un escritorio en sus confortables oficinas de la Ciudad de México, importándoles un cacahuate la suerte del campo y productores de ganado, que de seguir así, el negocio de la ganadería está en peligro de desaparecer.
En otros temas, algunos trabajadores del Hospital General piden al sindicato del ‘pastor Manuel’, que deje de defender a malos empleados y vea que estos sean castigados, aseguran que sobre los robos que se han suscitado en ese nosocomio, todo mundo sabe quién es el jefe de la mafia.
Desde el 2019 se inició una carpeta de investigación por robo de material quirúrgico, siendo el número 0368/089/0501/2019; presuntamente el responsable fue un tal Memo ‘N’, lo que se comprobó con los videos grabados en el momento en que le entregaba a su cómplice los aparatos propiedad del Hospital General.
Hace unas semanas, el presunto responsable, dicen los denunciantes, cometió otro robo en el hospital, esta vez se cuidó de apagar las cámaras, sin embargo, las investigaciones conllevaron a la presunta complicidad de los guardias y por ello, se dio inicio a otra carpeta de investigación, siendo esta C.I.354/089/0501/2020, la que hasta ahora la Fiscalía Regional tiene para su investigación, lo que se espera lleve a la detención del o los presuntos responsables y no vaya a ser engavetada.