“La población debe poner su granito de arena, cumpliendo las medidas preventivas contra el Covid-19”.
Chiapas en Color Naranja
Oscar D. Ballinas Lezama
El subsecretario de Salud Federal, Hugo López Gatell, llegó a Chiapas para confirmar su respaldo a las actividades sanitarias que el Gobierno de Rutilio Escandón Cadenas, ha venido implementando en esta entidad para contener el impacto de la pandemia del Coronavirus.
Motivado por la presencia del funcionario federal, el Ejecutivo chiapaneco se comprometió a redoblar sus esfuerzos para seguir deteniendo el avance de la peste del Covid-19, reconociendo que ha sido muy determinante el esfuerzo que han puesto todos los empleados del Sector Salud en el Estado, para poder bajar el índice de contagios y poner a Chiapas con el semáforo naranja.
Escandón Cadenas, explicó que, con el lanzamiento del moldeo de salud comunitaria mediante una estrategia conjunta de los tres niveles de Gobierno, no solamente se podrá atender la crisis sanitaria, sino también se trabajará para la soberanía alimentaria.
Reconoció que en medio de la pandemia se ha creado una nueva cultura de trabajo, basada en la suma de voluntades y esfuerzos de la sociedad chiapaneca, que viene aportando su grano de arena el cual se viene utilizando con transparencia para llevar alimentos a las familias vulneradas por el Covid-19.
“No se trata de recursos públicos, de endeudar o estar exigiendo más presupuesto, sino de poner al frente la voluntad de trabajar por Chiapas; eso nos ha permitido salir adelante no sólo en el tema sanitario, sino también en las áreas del campo y la educación, entre otros”, afirmó el Gobernador al sostener una reunión de trabajo con representantes del Seguro Social, Salud y la de Bienestar Federal.
Hugo López Gatell manifestó que en Chiapas la tendencia en la curva epidemiológica sigue a la baja, sobre todo en los municipios más poblados, como Tuxtla Gutiérrez y Tonalá; aunque no se mencionó Tapachula, donde el Coronavirus también está provocando cientos de contagios y muchas muertes.
Con el visto bueno del responsable de la salud en estos tiempos del Coronavirus en la República Mexicana, Chiapas pasa a Semáforo Naranja y con ello puede darse el desconfinamiento total a partir del día último de Julio, aunque ya cientos de personas han salido en tropel a las calles sin tomar las precauciones necesarias como el uso del cubrebocas; los que aún conservan sus negocios ya están abriendo las puertas, quienes perdieron sus trabajos andan de arriba para abajo buscando otro.
El Soconusco, en especial Tapachula, ya está viviendo la nueva realidad, confiados en la palabra de los gobernantes y sus funcionarios que los invitan a salir a las calles bajo los protocolos de prevención contra el virus, la mayoría de la gente se ha desbordado sin atender las medidas de seguridad y eso pudiera provocar una nueva ola de contagios.
No todos los chiapanecos aceptan que el Covid-19, ha sido controlado en esta entidad, en la que las funerarias y los hornos crematorios no tienen momento de reposo; mientras los organismos internacionales de salud han declarado que la pandemia del Coronavirus no ha cedido en ninguna parte de la tierra y los rebrotes están a la orden del día, provocando que México ocupe el cuarto lugar dentro de las cifras de muertos y la séptima posición mundial, por el número de contagiados de Coronavirus.
Ante este panorama, así como el hecho de que la mayoría de las entidades de la República Mexicana regresaron al Semáforo Rojo, debería poner en estado de alerta a los chiapanecos y no confiarse ni bajar la guardia, como dice constantemente el gobernador Rutilio Escandón Cadenas.
Mucha gente cree que estar en semáforo naranja y haberse dado el desconfinamiento es una señal de triunfo sobre el mortal virus, actuando de forma irresponsable al no utilizar el cubrebocas, ni guardar la sana distancia; piensan que, por arte de magia, un milagro o la voluntad del Gobierno, el Coronavirus ya dejó este espacio para irse con todo y maletas a matar gente por otro lado.
La ignorancia y necedad de mucha gente sigue poniendo en riesgo la salud y la vida de los demás, echando por tierra el trabajo que las autoridades de Salud estando haciendo para detener la pandemia; los trabajadores del Sector Salud ya quieren tirar la toalla, se quejan de la actitud irresponsable de muchas personas, que, en vez de quedarse en sus domicilios, salen a las calles para retar al enemigo invisible que termina infectándolos.
El problema de la contaminación por Covid-19, puede seguir latente en las cantinas, bares, discotecas, mercados y el transporte público, que, hasta ahora, nadie ha podido controlar; ya se anunció la apertura de las iglesias, ojalá que en las casas de Dios exista la prudencia y la cultura para protegerse y proteger a sus familias del Coronavirus.
