A medida que se acerca 2026, la relación comercial entre México y Estados Unidos entra en una etapa crucial: la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Este proceso, estipulado en el artículo 34.7 del acuerdo, marcará el rumbo del comercio en América del Norte y podría redefinir las reglas del juego para empresas, inversionistas y trabajadores en ambos lados de la frontera.
¿Por qué es clave la revisión del T-MEC?
El T-MEC, que sustituyó al TLCAN en 2020, introdujo cambios significativos en reglas de origen, derechos laborales y normativas ambientales. Ahora, con la revisión a la vuelta de la esquina, ambos países tienen la oportunidad de renegociar ciertos aspectos que han generado fricciones, pero también de fortalecer un acuerdo que ha impulsado el crecimiento económico de la región.
Entre los temas más importantes que podrían dialogarse destacan:
1. Reglas de origen en la industria automotriz: México ha cuestionado la interpretación estadounidense sobre el contenido regional necesario para que un vehículo reciba beneficios arancelarios, un tema que podría definir la competitividad del sector en Norteamérica.
2. Condiciones laborales y sindicatos: Estados Unidos ha utilizado el Mecanismo de Respuesta Rápida para señalar violaciones a derechos laborales en fábricas mexicanas. La presión por una mayor supervisión podría aumentar, afectando a diversas industrias, desde el sector automotriz hasta la manufactura.
3. Sector energético: La política energética de México, que ha fortalecido el papel de Pemex y la CFE en detrimento de empresas privadas, ha generado quejas por parte de Washington. La revisión del T-MEC podría ser una oportunidad para resolver disputas y generar certidumbre para inversionistas.
4. Agroindustria y estándares sanitarios: La exportación de productos agrícolas mexicanos, como aguacates y tomates, ha sido objeto de restricciones y disputas comerciales. La revisión podría definir nuevas reglas para garantizar un flujo comercial estable.
5. Impacto del nearshoring: La relocalización de cadenas productivas ha sido una de las mayores oportunidades para México, atrayendo inversión extranjera y fortaleciendo sectores como la manufactura, tecnología y logística. La revisión del T-MEC podría impactar directamente la competitividad de México como destino clave para estas inversiones, especialmente en estados como Nuevo León, Jalisco y Querétaro, donde se ha observado un crecimiento industrial acelerado.
Víctor Lachica, CEO y presidente de Cushman& Wakefield, la empresa líder en servicios inmobiliarios comerciales en México, destaca la importancia del T-MEC para consolidar a México como un destino clave de inversión:
«El tratado ha sido una pieza clave en la atracción de inversiones y el crecimiento del mercado inmobiliario industrial. Sin embargo, para capitalizar realmente el nearshoring, México debe atender retos como la infraestructura energética y la disponibilidad de espacios industriales, que son factores determinantes para los inversionistas extranjeros».
Impacto para México.
Para México, el T-MEC representa el pilar de su comercio exterior, con más del 80% de sus exportaciones dirigidas a Estados Unidos. Una renegociación que genere incertidumbre o condiciones desfavorables podría afectar el crecimiento económico y la confianza de los inversionistas.
No obstante, esta revisión también es una oportunidad para consolidar a México como un destino clave para el nearshoring, aprovechando la relocalización de cadenas de suministro impulsada por las tensiones entre Estados Unidos y China. Fortalecer el T-MEC en áreas estratégicas podría atraer nuevas inversiones y consolidar la integración regional. Sin embargo, existen retos como la oferta limitada de edificios industriales y la necesidad de mejorar infraestructura energética y de transporte para satisfacer la creciente demanda del sector industrial.Sun
T-MEC: la Revisión que Definirá Futuro Comercial México-EU
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