Por Ernesto L. Quinteros
Ninguna Instancia de Salud Atiende a Migrantes en Condición de Calle en Tapachula
Es triste decirlo, pero es una realidad, en nuestro país no hay autoridad o dependencia que atienda a los migrantes que se encuentran en condición de calle.
Algunos padecen enfermedades mentales, otros vicios como alcoholismo o drogadicción. Y el problema en esta ciudad fronteriza ha crecido de manera desproporcionada.
Se trata de personas, mujeres y hombres que viven en parques, banquetas y espacios públicos, en donde comen y realizan sus necesidades fisiológicas al aire libre.
Los comerciantes del centro de la ciudad en la Perla del Soconusco son quienes han denunciando esta problemática, que en las últimas semanas ha crecido de manera alarmante.
Regularmente, en la zona centro de la ciudad, así como en el parque central Miguel Hidalgo, Benito Juárez y el parque del Bicentenario, son los espacios en donde regularmente deambulan estas personas, pidiendo limosna o comida para subsistir.
A decir de los empresarios de la zona centro de la ciudad, no hay, no existe dependencia que se haga cargo de dichas personas, para que reciban atención médica o sean asistidas por personal especializado. Tampoco existe un espacio o institución que se pueda encargar de esta población.
En muchos casos, cuando hay personas indigentes, se pide el apoyo de la Policía Municipal, sin embargo, los uniformados, refieren que ellos lo único que pueden hacer es trasladarlos a otro espacio donde no generen tantos problemas, pero siguen viviendo en las calles de esta localidad.
El tema no es nuevo, en este espacio hemos platicado de esta situación, que preocupa, en particular al comercio establecido.
Porque los indigentes provocan contaminación al realizar sus necesidades fisiológicas en la vía pública, y también abonan en gran medida a la mala imagen urbana en esta localidad fronteriza.
Uno de los puntos más sensibles a esta problemática en la actualidad es el Parque Bicentenario, corazón recreativo del centro tapachulteco, donde se ha documentado una presencia significativa de migrantes que pernoctan en la vía pública ante la falta de opciones de alojamiento.
En días recientes, se registró un incidente en el que un migrante presuntamente agredió a un elemento de la Policía Municipal, lo que ha avivado el debate en torno a la seguridad y la convivencia ciudadana.
Los comerciantes del centro de la ciudad señalan que no están en contra de los migrantes, pero sí de las conductas que alteran el orden social.
Aníbal Núñez Mejía, secretario de empresarios agrupados en “Procentro” -dijo- que la situación está generando un ambiente de desconfianza, especialmente cuando algunos migrantes bajo los efectos del alcohol o sustancias toxicas, alteran la tranquilidad de los parques, afectando a familias y turistas que acuden a estos espacios.
Tapachula es considerada una de las principales puertas de entrada a México para miles de personas migrantes provenientes principalmente de Centroamérica, el Caribe y Sudamérica. De acuerdo con estimaciones de organizaciones de apoyo humanitario, más de 10 mil personas migrantes han llegado a la ciudad en los últimos meses, muchas de ellas sin recursos para continuar su viaje, y no pueden pagar un lugar donde vivir.
Esta situación ha llevado al uso improvisado de parques, banquetas y espacios abandonados como albergues temporales, ante el encarecimiento de rentas y la saturación de refugios oficiales.
En pocas palabras, esta población “es invisible” para las autoridades de todos los niveles de gobierno en México. Sin embargo, el número de esta población sigue creciendo, y le guste o no a las autoridades, tendrán que buscar una alternativa de solución.
Ahí están, los indigentes son personas que requieren del apoyo de las dependencias de gobierno. Y eso no lo digo yo, es un reclamo de la iniciativa privada. “Es tiempo”. En fin.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana. ¡Animooo!
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