Hoy hace una década que los fans de Joan Sebastian recibieron la noticia de que había fallecido, el cáncer de huesos, que le fue diagnosticado en 1998, había ganado la batalla; desde entonces, su familia ha atravesado una serie de eventos marcados por tragedias, disputas legales y una prolongada batalla por su herencia.
Después de que la familia Figueroa pasó el duelo por la muerte del cantautor, se enfrentaron al problema de que éste no había dejado un testamento, por lo cual estaban en juego más de 100 propiedades, ubicadas en tres Estados de la República, y los derechos y regalías de cerca de mil canciones. Entre las dificultades a las que se enfrentaron para la repartición de esta herencia, es que Juliana Figueroa no estaba de acuerdo con la repartición de bienes y regalías.
“Estamos hablando casi de mil canciones que fueron grabadas y en varios idiomas. Lo que va a proponer el albacea (Baltazar Flores) es que una sola empresa, donde todos los herederos sean asociados, puedan ser los propietarios de esas canciones y, por supuesto, que ellos mismos tengan las regalías y se distribuyan de manera equitativa todas las que se vayan generando”, explicó el abogado Cipriano Sotelo, quien ha estado al frente del litigio por la sucesión testamentaria.
También la mamá de Juliana, Erika Alonso, buscó ser heredera del cantante, reclamando parte de la herencia en un juicio sucesorio en Texas, sin embargo, un juez determinó que no tenía derechos legales sobre los bienes, aunque su hija sí fue reconocida como heredera. SUN
A 10 Años del Aniversario Luctuoso de Joan Sebastian
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