*GUATEMALA SOLO PERMITE EL INGRESO DE CONNACIONALES, NO ASI A ORIGINARIOS DE HONDURAS, SALVADOR, NICARAGUA Y COSTA RICA.- *DESESPERADOS PIDEN AUXILIO A LAS AUTORIDADES CORRESPONDIENTES.
Tapachula, Chiapas; 20 de Julio del 2020.- Desde que Guatemala decidió cerrar su frontera con México, como una medida para evitar el contagio del Covid-19, hace ya cuatro meses, cientos de transmigrantes quedaron varados a unos metros del puente internacional de Talismán.
Viven en sus propios carros para evitar que se los roben o porque no tienen los recursos económicos para rentar una casa, y tampoco lo hay en ese punto fronterizo.
Alfredo Lindo Muñoz, migrante de nacionalidad hondureña, dijo en entrevista exclusiva para rotativo EL ORBE, que en los últimos años se ha dedicado a esa actividad, es decir, a llevar vehículos de Estados Unidos hacia su país, en tránsito por México y Guatemala.
Al narrar lo que han pasado en esos cuatro meses, indicó que la mayoría duerme en sus carros y los camiones que llevan, aunque algunos se quedan con amistades de municipios aledaños, en donde les proporcionan también comida.
Comentó que sus familiares que radican en los Estados Unidos han tenido que sostenerlos económicamente y para ello les envían recursos económicos.
Los afectados buscaron un diálogo con las autoridades de Guatemala para dejarlos pasar, pero aseguran que les contestaron que no pueden ingresar a territorio chapín porque son originarios de Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, y la orden es que sólo pasen los guatemaltecos.
«No entendemos esa situación si venimos todos juntos desde Estados Unidos, incluyendo a los guatemaltecos», subrayó.
Recordó que, a su llegada a ese lugar, se toparon con un retén carretero en forma de «filtro sanitario», que le impidió el paso.
Por lo mismo tuvieron que meter los carros en ranchos y comunidades cercanas, «porque había una gente que tenían oprimido al pueblo de Talismán».
Los vehículos pudieron pasar, dijo, hasta que llegaron las autoridades en las últimas horas a desalojar el retén.
Ahora se ha abierto una posibilidad para que los dejen cruzar la frontera. El pedimento que traen a su nombre lo tendrán que «rectificar» a favor de un ciudadano guatemalteco, que en términos generales les costará unos 200 Dólares.
Antes tendrán que pagar una multa al Gobierno de México de alrededor de 2 mil Pesos, por haber excedido el tiempo que tenían para cruzar todo el territorio nacional y salir por alguna de sus fronteras, que era de solo de 10 días. EL ORBE / Miguel Laparra