Los Manifestantes se Concentraron en las Instalaciones de la Antigua TAR de PEMEX, Donde Hubo un Enfrentamiento con Saldo de Varios Lesionados.
* MÁS DE 6 MIL EXTRANJEROS DE DIVERSAS NACIONALIDADES EXIGIERON AL GOBIERNO FEDERAL EL PAGO DE SUS SUELDOS; UN HONDUREÑO FALLECIÓ VÍCTIMA DE LA INSOLACIÓN.
Tapachula, Chiapas; 28 de diciembre del 2022.- Alrededor de 6 mil migrantes se concentraron desde el lunes en la antiguas instalaciones de Petróleos Mexicanos (PEMEX) actualmente habilitadas como oficinas del Gobierno Federal, al sur de la ciudad, para exigir su pago retenido por estar escritos en el programa «Sembrando Vida».
Sin embargo, durante estos tres días que estuvieron bajo los incandescentes rayos del sol sin poderse ir a sus viviendas o hacia algún lugar con sombra porque perderían su espacio, les causó severas afectaciones.
Por ejemplo, un hondureño que estaba haciendo fila en ese larguísimo grupo aglomerado, se desplomó repentinamente y aún cuando sus compañeros trataron de reanimarlo, se percataron que la insolación había hecho sus efectos y falleció al instante.
Ahí, varios de los testigos indicaron que durante todo este tiempo no hubo ni un solo elemento de Protección Civil, ni las ambulancias que fueron donadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a Tapachula, precisamente para la atención de los migrantes.
Por lo tanto tampoco había un solo paramédico que pudiera haber prestado los primeros auxilios a la víctima. En esos fatales y vergonzosos hechos, no se les distribuyó agua ni ayuda humanitaria. Tan sólo se les dejó a su suerte bajo condiciones inhumanas, a pesar de que son empleados federales, por lo menos de manera temporal.
Dijeron, además, que en esta jornada de tres días de protesta, tampoco se presentó la Guardia Nacional (GN) y por lo tanto hubo un caos social, ya que los migrantes se disputaban unos con otros los lugares en la fila, ante la posibilidad de que, en cualquier momento, algún funcionario desde sus cómodas oficinas en el centro del país, autorizaría el pago del adeudo del mes de diciembre.
Ese dinero, del que se desconocen los motivos por los que no fueron entregados en tiempo y forma, les serviría para comer, es decir para poder sobrevivir.
Al haber ese descontrol, se registraron varios incidentes dentro y fuera de las instalaciones que fueron desde los insultos, empujones, hasta llegar a los golpes.
Tal es el caso que en uno de los múltiples zafarranchos ocurridos durante el día, dos hondureños resultaron severamente lesionados a golpes por sus adversarios de origen haitiano.
Tuvieron que llegar paramédicos para atender sus lesiones, pero no aceptaron ser trasladados a un hospital porque argumentaron que, si se iban, perderían su lugar en la fila.
También hubo la necesidad de que intervinieran elementos policiacos para tratar de restablecer el orden y evitar nuevos enfrentamientos.
Hasta el cierre de la edición, las largas filas de esos empleados federales indocumentados, seguían en ese sector del sur de la ciudad y se desconoce si ya habían empezado con el pago, o la problemática seguía igual.
Sin embargo, los lamentables hechos tendrán que ser investigados por las autoridades judiciales, además que las omisiones de Derechos Humanos -incluyendo a las internacionales y a la ONU- tendrán que actuar por oficio y en consecuencia, para que se finquen responsabilidades a los funcionarios que resulten responsables, incluyendo aquellos que dejaron de cumplir sus responsabilidades por simple omisión, para evitar que todo quede en la impunidad.
Esos seis mil empleos bien pudieron haber sido para campesinos chiapanecos, que han tenido que emigrar por el desplazamiento laboral hacia otras regiones del país o a los Estados Unidos, en busca de mejores oportunidades para sobrevivir. EL ORBE / Ildefonso Ochoa Argüello