* En una Corte de Estados Unidos.
Ciudad de México.- La Fiscalía federal de Estados Unidos acusó este lunes al exsecretario mexicano de Seguridad Pública Genaro García Luna de traicionar a México y a Estados Unidos al colaborar con el cartel de Sinaloa, en el comienzo de las vistas en el juicio contra él por narcotráfico en un tribunal neoyorquino.
A la Fiscalía le respondió el abogado de García Luna con el argumento de que el Gobierno estadounidense no tiene pruebas “objetivas” contra el acusado.
En su alegato inicial la Fiscalía insistió en que el exsecretario de Seguridad Pública -máximo responsable político mexicano juzgado nunca en Estados Unidos- recibió sobornos de los narcotraficantes a cambio de ayudarles en su negocio.
Sin embargo, la defensa asegura que la Fiscalía no tiene fotografías, documentos ni grabaciones que puedan respaldar sus acusaciones e insistió en que todo se basa en rumores y especulaciones de criminales, muchos de los cuales, según De Castro, fueron encarcelados en la época en la que García Luna fue secretario de Seguridad Pública.
El responsable de seguridad de México durante la era del presidente Felipe Calderón (2006-2012) está imputado por cinco delitos, cuatro de ellos relacionados con el narcotráfico: participar en una empresa criminal, conspiración para la distribución internacional de cocaína, conspiración para la distribución y posesión de cocaína y conspiración para la importación de cocaína.
El quinto delito que se le imputa es el de supuestamente prestar falso testimonio a las autoridades estadounidenses.
Sergio Villarreal Barragán llegó sobrado de orgullo. El siniestro narcotraficante y ex operador del cártel de los Beltrán Leyva, se presentó este lunes 23 de enero como el primer testigo del juicio contra Genaro García Luna.
Conocido en el mundo de la droga como El Grande —por su complexión de hombre fuerte— precisó en su testimonio ante el tribunal federal en Brooklyn, que el ex jefe policiaco recibió dinero del Cártel de Sinaloa para su protección, además les proporcionaba información para golpear a cárteles rivales.
Según Villarreal, García Luna comenzó a trabajar para el narco desde 2001, cuando se desempeñaba como titular de la Agencia Federal de Investigación durante el sexenio de Vicente Fox (2000-2006). Entonces, El Grande trabajaba para el Cártel de Juárez quien lo reclutó cuando era parte de la policía mexicana.
Eventualmente este narcotraficante se unió al Cártel de los Beltrán Leyva —que entonces se encontraba en alianza con la organización criminal de Sinaloa—.
García Luna se entendía con el líder abatido Arturo Beltrán Leyva (1961-2009), quien en alguna ocasión le obsequió al titular de la policía una motocicleta Harley Davidson edición especial.
Beltrán Leyva y García Luna tenían tratos de golpear a organizaciones criminales rivales como el Cártel del Golfo. Según la historia contada por El Grande, en una ocasión García Luna decomisó 2 toneladas de coca a dicho grupo delictivo. La mercancía ascendía a 14 millones de dólares. La mitad del dinero de la droga sería para el ex jefe policíaco y el resto para el Cártel de Sinaloa. El dinero le fue entregado en efectivo.
Durante la primera audiencia del juicio contra García Luna, se mencionaron nombres de otros policías que trabajaban para el Cártel de Sinaloa, tal como Luis Cárdenas Palomino, ahora preso en el penal del Altiplano (México); Domingo González, director del centro de la Agencia Federal de Investigación; Armando Espinosa de Benito, colaborador de la DEA y amigo cercano a los líderes de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada. Redacción