Comunicado de prensa 10/20
II Domingo de Cuaresma
08 de Marzo del 2020
Hoy celebramos el Día Internacional de la Mujer. Agradecemos a todas las mujeres de nuestro País por el aporte esencial que hacen a la vida de nuestra Nación, y en especial, a su Iglesia. Es grande el trabajo humanitario que han realizado en el cristianismo católico de nuestra Diócesis de Tapachula. Muchas catequistas, evangelizadoras, agentes de pastoral, religiosas y madres de sacerdotes han donado su tiempo y sus tareas cotidianas por el anuncio del Reino. Y también agradecemos al Buen Dios que ha mirado con misericordia nuestro País y nos ha dejado la cercanía amorosa de Nuestra Señora de Guadalupe.
Con respecto a la actividad del 9 de Marzo de #UnDíaSinNosotras, hago eco de lo que la Conferencia del Episcopado Mexicano ya ha dicho en un comunicado reciente: expresamos nuestro apoyo a la iniciativa. Esta motivación brota de las verdaderas tragedias que han dañado profundamente a las mujeres. Como Iglesia Católica reiteramos también nuestro compromiso, y asumimos la corresponsabilidad en la construcción de un México en paz. Al mismo tiempo, hacemos un llamado para que este tipo de manifestaciones sociales no nos dividan por cuestiones políticas ni por ideologías o expresiones religiosas, sino que por el contrario se precise y manifieste la genuina intención. Juntos podemos construir un México incluyente y sólo será posible asumiéndolo como la mejor tarea educativa, como ha escrito recientemente el Papa Francisco: “cultivar sin desarraigar, hacer crecer sin debilitar la identidad, promover sin invadir” (QA 28). 4. Y todo ello, también nos mueve a pensar sobre la importancia del rol que la mujer tiene en la Iglesia Católica. En el mismo escrito el Santo Padre nos ha recordado la insustituible y valiosa presencia femenina en la Iglesia: En la Amazonia hay comunidades que se han sostenido y han transmitido la fe durante mucho tiempo sin que algún sacerdote pasara por allí, aun durante décadas. Esto ocurrió gracias a la presencia de mujeres fuertes y generosas: bautizadoras, catequistas, rezadoras, misioneras, ciertamente llamadas e impulsadas por el Espíritu Santo. Durante siglos las mujeres mantuvieron a la Iglesia en pie en esos lugares con admirable entrega y ardiente fe (QA 99). Por ello invito a todas las mujeres de esta Diócesis a caminar sinodalmente en la Iglesia buscando caminos de evangelización que ayuden a vivir mejor los valores del Reino de Dios. 5. Que el Señor Jesús, acompañado de la Virgen María y de San José, nos ayude a vivir siempre agradeciendo el don de la mujer en nuestra vida y nos anime en nuestro esfuerzo por vivir la caridad cristiana.
Fraternalmente
+Jaime Calderón Calderón
VIII Obispo de Tapachula
