Por Ernesto L. Quinteros
Terrorismo y Delincuencia Organizada en México
Es necesario que el Gobierno Federal en México termine por aceptar que la escalada de violencia en el país ya está generando actos de terrorismo, que trastocan la paz y la tranquilidad de la población en diferentes entidades del país.
Y comentamos esto porque el pasado miércoles por la madrugada en el penal de Tula Hidalgo se registró un acto de violencia terrorista, por parte de un grupo armado que hizo estallar “tres carros bomba”, como efecto distractor para rescatar a uno de sus presuntos líderes, que purgaba una condena en ese lugar.
El resultado preliminar es que hay dos elementos de seguridad heridos y cuatro delincuentes detenidos. Además se habla de 9 reos que se fugaron, entre ellos un supuesto líder del robo de combustible en esa zona, a quien también se le atribuye varios delitos federales como secuestro.
Las investigaciones en torno a este caso ya están en curso. Sin embargo, en nuestro país se sigue teniendo la percepción que los grupos criminales están ganando terreno a las autoridades.
Es más, en los últimos tres años se ha recrudecido la violencia en nuestro país, lo que indica que algo está fallando en la estrategia de seguridad.
Como que “los abrazos, no balazos”, no funcionó, tampoco el hecho de “acusarlos con su mama”.
Lo preocupante es que se están volviendo muy comunes los ataques armados y los actos de violencia en diferentes entidades de México.
Como en Zacatecas, en donde aparecieron diez cuerpos colgados en puentes a desnivel, lo que obligó a las autoridades a implementar operativos con fuerzas federales. Esto, solo por mencionar otro caso.
Se dice que es terrorismo, cuando hay una forma violenta de lucha política, mediante la cual se persigue la destrucción del orden establecido o la creación de un clima de terror e inseguridad susceptible de intimidar a los adversarios o a la población en general.
Por cierto, la ONU volvió a pedir en una cumbre la definición de terrorismo como: “todo acto que obedezca a la intención de causar la muerte o graves daños corporales a civiles no combatientes, con el objetivo de intimidar a una población y obligar a un gobierno”.
Los expertos en seguridad, aseguran que es necesario reconocer este problema como tal, con el objetivo de combatir a los grupos criminales con nuevas estrategias y con el apoyo necesario, no sólo de todos los órdenes de gobierno de nuestro país, sino de otros países.
Ya se ha hablado mucho que los grupos criminales y cárteles de la droga en diferentes regiones, cuentan con mejor armamento que los cuerpos de seguridad. Incluso mejor que el Ejército y la Marina.
Los delincuentes tienen arsenales, equipos tácticos, así como vehículos blindados y recursos económicos suficientes.
La iniciativa del gobierno de México de exigirle al gobierno de los Estados Unidos que pare el contrabando de armas a nuestro país es buena, pero ya es tiempo de tomar otras medidas.
Siguen Llegando Migrantes
A diario siguen llegando cientos de migrantes a esta región de la frontera sur de México, principalmente en Tapachula, sobre todo porque entre los migrantes se corrió la voz que el gobierno de nuestro país ofreció autobuses para trasladarlos a otros Estados del país.
Esa situación ha generado que la oleada de migrantes se intensifique en esta región, aprovechando la precaria y casi nula vigilancia en la línea divisoria entre México y Guatemala.
La pregunta sigue siendo la misma, ¿hasta cuándo las autoridades migratorias asumirán su responsabilidad? Porque a cómo se ve la afluencia de migrantes al Estadio Olímpico en Tapachula, no habrá camiones que alcancen.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana. ¡Animooo!
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