*Sostiene el Centro Católico Multimedial.
Ciudad de México, 3 de agosto.-Luego de las declaraciones que dio a EL UNIVERSAL, el presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas y Evangélicas, Arturo Farela, el director del Centro Católico Multimedial (CCM), el padre Omar Sotelo, mencionó que no porque la iglesia católica hable de paz se quedará callada ante las injusticias que vive el país.
«El que la Iglesia Católica hablé de la paz no significa que no hable de las injusticias. No significa que la iglesia se va a quedar callada. La iglesia anuncia el evangelio, pero también denuncia aquellas injusticias que van en contra del evangelio. Una iglesia que no denuncia es una iglesia que sirve para nada» enfatizó.
En entrevista para el Gran Diario de México, el padre Sotelo reiteró que la iglesia católica no necesita estar aliada a un partido político, ni darle coba a ningún presidente o estar bajo alguna autoridad para hacer realidad el evengelio.
«No necesitamos quedar bien con nadie, ni con el Presidente, si hay acciones en este y otro gobierno que van en contra de las enseñanzas por parte del evangelio, la iglesia está para denunciarlo», mencionó.
Puntualizó que México necesita de acciones muy concretas. No sólo se necesita hablar, ya que resalto que muchas palabras se dicen de manera muy efímera, hasta de manera comercial en cierto contexto, «el evangelio no es una palabra efímera. La iglesia católica siempre ha solventado sus dichos y hechos».
«La frase de abrazos no balazos se ha dicho en un contexto que lamentablemente se ha politizado y que me disculpe el Presidente, pero estas frases las ha politizado y ha usado al servicio de sus estrategias, pero tiene que reconocer que las estrategias están expuestas a correcciones. No por el hecho de que él las diga no pueden corregirse», enfatizó.
Resaltó que estamos en un momento en que las polarizaciones no son aquellas que nos van a llevar a una paz duradera, pues se está viviendo una situación muy compleja y hoy no es oportuno que sigamos descalificando al contrario.
«Hoy necesitamos que encaremos como sociedad ese problema. Porque hay más mexicanos buenos que malos. México es un país grandioso que no merece vivir lo que está pasando. Hoy más que nunca, en las diferentes estancias de gobierno, empezando por el presidente hasta el último ciudadano, por obispos, cardenales, sacerdotes y religiosos tenemos que poner las manos para construir una sociedad justa por nosotros y nuestros hijos», finalizó.Sun