Tapachula, Chiapas 3 de Diciembre del 2025.- Habitantes del fraccionamiento La Perla denunciaron públicamente a autoridades estatales por presuntos engaños y demoras injustificadas en el proceso de escrituración de sus viviendas, proceso que —afirman— esperan desde hace meses sin resultados concretos. Daniel Calderón, secretario del fraccionamiento, explicó que desde enero acudieron a la capital del estado para entregar documentación en la oficina de Provich, donde les aseguraron que las escrituras ya estaban en manos de notarios y que serían entregadas a finales de noviembre o diciembre.
Sin embargo, al acudir nuevamente este mes, los vecinos se encontraron con nueva información: ahora se les informó que habría un cambio de fraccionamiento a colonia, situación que, según los afectados, no corresponde al acuerdo inicial ni a la naturaleza del proyecto. “Nos siguen engañando. No es justo que los servidores públicos jueguen con nuestra necesidad y con nuestro patrimonio”, afirmó Calderón.
El malestar aumenta por lo que consideran un manejo irregular del territorio, particularmente en lo referente a la invasión de áreas verdes, una práctica que, además de ser ilegal, genera daños ambientales y afecta el ordenamiento urbano. Los vecinos señalan que, en zonas cercanas, como la entrada del fraccionamiento Nuevo Milenio, espacios destinados a uso común y áreas ecológicas han sido ocupados informalmente, incluso utilizados como mercado improvisado.
La invasión de áreas verdes constituye una violación a la Ley de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, así como a reglamentos municipales que protegen espacios públicos destinados a convivencia, protección ambiental y mitigación de riesgos. Su ocupación arbitraria no solo deteriora el entorno, sino que también, incentiva prácticas irregulares de comercio y asentamientos sin servicios básicos, aumentando la vulnerabilidad de las familias que terminan viviendo en condiciones precarias.
Los residentes de La Perla temen que su propio fraccionamiento sea afectado por dinámicas similares, especialmente ante la presencia de asentamientos irregulares colindantes. Aunque aceptaron integrarse administrativamente con un conjunto habitacional pequeño de 12 viviendas, rechazan que se les pretenda vincular con ocupaciones ilegales que —afirman— han crecido sin control.
Ante la falta de respuestas claras, los vecinos se preparan para una serie de acciones: acudirán a la Unidad Administrativa en busca de soluciones y, de no obtenerlas, iniciarán manifestaciones en Provich, escalando hasta instancias superiores. “No vamos a permitir que sigan atropellando nuestros derechos”, concluyó Calderón.
La situación evidencia una problemática creciente en Tapachula: la ocupación irregular de espacios públicos y la falta de certeza jurídica en la vivienda, un binomio que sigue afectando tanto al desarrollo urbano como a la confianza ciudadana en las instituciones. EL ORBE/ Mesa de Redacción.





