Ciudad de México, enero 25.- Cuando Brock Purdy preguntó a sus padres qué partido de la temporada querían ver en el estadio, para pedirle boletos a los 49ers de San Francisco (los novatos suplentes suelen tener acceso a sólo uno), la respuesta fue clara: Contra Tampa Bay.
El entonces tercer quarterback de la franquicia, famoso por ser Mister Irrelevant (Señor Irrelevante), sobrenombre dado al último elegido en el Draft, el del puesto 262 anhelaba que sus papás vieran en vivo al legendario Tom Brady, pasador de los Buccaneers… Y lo hicieron, pero eso no fue lo que marcó su tarde, el 11 de diciembre.
El encargo de los boletos se dio varios meses antes de la campaña, esa que —debido a las lesiones de Trey Lance y Jimmy Garoppolo— Purdy terminó como titular de los 49ers, que están a una victoria de llegar al Super Bowl, de la mano de un quarterback de primer año.
Frente a los Bucs, el egresado de Iowa State comenzó su primer juego, en un cuento que podría tener dulce final.
Nunca en la historia, un equipo se ha presentado en el Súper Domingo con un novato como quarterback titular, lo que los Niners harían en Glendale, Arizona, si vencen el domingo a los Eagles de Filadelfia.
Purdy es el quinto novato que arrancará una final de conferencia. Los anteriores cuatro (Shaun King, Ben Roethlisberger, Joe Flacco y Mark Sánchez) la perdieron.
El niño consentido de San Francisco llega con siete victorias en igual número de inicios. Una más y podrá obsequiar a sus padres entradas para el juego de su vida. SUN