viernes, abril 19, 2024
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ALFIL NEGRO

Por Oscar D. Ballinas Lezama

Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y las olas
(Lucas 21:25)

La Nueva Guerra

Después del eclipse solar, cuando la luna se interpuso delante del astro rey para dar oscuridad completa a gran parte de los Estados Unidos, así como en el norte y centro de México; los astrónomos anunciaron el paso cercano a la Tierra de un enorme asteroide, que por fortuna pasó de largo para perderse en el infinito de nuestra galaxia.
‘Florense’, como llamó la Nasa al enorme asteroide que surcó el espacio a unos 7 millones de kilómetros del planeta y se acercó por segunda ocasión a nuestro mundo, el pasado primero de Septiembre, los científicos coincidieron en señalar que era sumamente peligroso, pues lo consideraron lo suficientemente grande para acabar con la vida en nuestra planeta, afortunadamente esta enorme roca volvió a desviar su camino, como ya lo hizo en 1890.
El terremoto, minutos antes de la media noche, el pasado viernes, causó angustia y terror en la gente, su magnitud fue de 8.4 con epicentro en Pijijiapan, siendo de movimiento oscilatorio y según los expertos, pudo haber originado un tsunami en las costas de Puerto Madero y Oaxaca, lo que afortunadamente no había sucedido hasta ayer por la tarde.
Los expertos del Servicio Sismológico Nacional, sostenían hasta la media noche de este viernes pasado, que la alerta sobre la aparición de enormes olas destructivas no debería quitarse, porque el peligro está latente, así como las inundaciones en las zonas costeras del océano pacífico, de ahí que el Ejército, la Marina y Protección Civil se mantenían con los ‘focos rojos’, como decían nuestros abuelos, con un ‘ojo al gato y otro al garabato’, por aquello de ‘no te entumas’ y ‘más vale prevenir que lamentar’.
Por su parte, el presidente Enrique Peña Nieto dio a conocer que el país ya tenía activados los protocolos de Protección Civil, incluyendo el Comité Nacional de Emergencia; aunque la gente seguía dándole gracias a Dios, que el sismo no fue trepidatorio como en 1985, cuando casi destruyó por completo la ciudad de México y hubieron miles de muertos.
Los expertos del Servicio Sismológico Nacional, dieron a conocer que el terremoto de los últimos minutos del jueves, superó el de 1985 que fue de 8.1 en el mismo mes, aunque más devastador porque fue oscilatorio y trepidatorio; no había sucedido algo parecido desde hace casi cien años, afirmaron.
Según los reportes que están llegando a las autoridades, hay cientos de viviendas y edificios dañados, aunque las personas fallecidas no superaban el número de cien, hubo que lamentar esas muertes causadas por el fenómeno natural; en la Ciudad de México tuvo mayor impacto, debido a que la población ya estaba sufriendo con las inundaciones y destrucción causada por las intensas lluvias de los huracanes, que le han venido pegando desde hace varios días a esa zona del país.
Al menos donde fue el ‘ojo del terremoto’, el Gobierno de Manuel Velasco Coello, a través de Protección Civil, con el apoyo del Ejército Mexicano, la Marina y personal de CFE y otras dependencias gubernamentales, jugaron un papel muy importante al no quedarse atados de manos, como había sucedido en otros sexenios cuando se daban estos fenómenos naturales; si bien hubo deslaves sobre las carreteras y cortes de energía eléctrica, lograron restablecer en tiempo récord el paso y el fluido de luz en donde se dieron los apagones al reventar los transformadores de alta tensión.
Se hablaba hasta ayer, de no menos de 300 réplicas como la que se sintió al filo de las 9:10 de la mañana en Tapachula ayer, por fortuna el Gobernador, quien ha estado al frente de los grupos de apoyo a gente damnificada, ordenó la suspensión de clases en todas las escuelas, así como dio instrucciones a la Secretaría de Salud para que otorgaran servicio médico y medicamentos a quienes lo necesitaran.
Los no creyentes, juraron y perjuraron que desde que se formó la Tierra hace millones de años, ha venido enfriándose y eso produce que las placas tectónicas se contraigan, provocando que el calor interno tenga que salir y producir nuevas tierras e islas; afirman que los movimientos telúricos son efectos de ese proceso.
Aconsejan que se haga caso de las alarmas sísmicas, que aunque mal calibradas siempre avisan; como sucedió hace días en la Ciudad de México cuando se activó la alarma y dijeron que se debía a un error humano. Piden a la gente tenga presente dónde colocarse cuando tiemble, buscando lugares abiertos o con columnas, alejándose de lugares con vidrios o cables de energía eléctrica.
Los creyentes, agregan además, que es la hora de enmendar el camino a quienes se han equivocado, que todo esto escrito está en el libro de libros; la tierra será quebrantada, desmenuzada y conmovida; ”temblará la tierra como un ebrio, y será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará”. (Isaías 24:20).
Por lo que sea amable lector, atendiendo los consejos científicos y bíblicos, manténgase junto a su familia, guarde todas las precauciones, escuche los consejos de las autoridades de la tierra y las del cielo; unos minutos de oración no le perjudican a nadie, pedir un poco de misericordia al Rey de Reyes y Señor de Señores, Jehová Dios, puede servirnos de mucho para reforzar nuestra fe en lo que se considera el fin de los tiempos al concluir este sistema de cosas.
Según los estudiosos de la Biblia, tiene rato que inició la nueva guerra en los cielos, entre Jesús, el hijo de Dios, el diablo y sus ángeles malvados, así se predijo: ”¡Ay de la tierra!, porque el diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene corto espacio de tiempo”. (Apocalipsis 12:7,9,12)

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