La Historia sin Fin
Ernesto L. Quinteros
La construcción de la obra de pavimentación “camino a la Pita”, obra estatal que beneficiará a miles de familias del sector suroriente de la ciudad de Tapachula, se está convirtiendo en “la historia sin fin” para el Ayuntamiento.
En un inicio, el aún edil de esta ciudad, Oscar Gurría, se quiso agenciar el crédito de dicha obra, haciendo banderazos anticipados, y publicitando los beneficios de la misma.
Así como también junto con sus colaboradores, le metieron el diente a los presupuestos del Ayuntamiento, solicitando recursos para un “proyecto de factibilidad”, que le aprobaron los Regidores, y que hasta hoy en día no se sabe cómo y en qué invirtieron dichos recursos.
Es ilógico pedir recursos para elaborar un proyecto de esta naturaleza cuando toda esa información ya existe. E incluso, en caso de no existir, se puede elaborar dicho proyecto con el propio personal de Obras Públicas Municipal.
Pero no todo quedó ahí, Gurría y compañía también hicieron innumerables recorridos por el Camino a la Pita, en donde dialogaban con los vecinos, a quienes insistentes les decían una y otra vez que ellos eran los artífices de la gestión de la obra.
Y como ya es típico del actual Ayuntamiento, los funcionarios locales también dieron un banderazo de inicio de la obra a inicios del presente año, argumentando que iban a introducir el drenaje y el agua potable, obra que por cierto ya existe, pero que al verse descubiertos y evidenciados, justificaron que se trataba de una ampliación.
Sin embargo, ahora empiezan a saltar algunos inconvenientes, debido a que funcionarios locales han venido metiendo su cuchara con el único objetivo de buscar cómo seguirle metiendo el diente a los dineros del Ayuntamiento. Y resulta que ya hay quejas de muchos vecinos que el Gobierno Municipal ha incumplido en los trabajos que le corresponden.
Hay zonas habitadas sobre toda esta vía de comunicación, en donde se han quedado sin introducción de drenaje y agua potable.
Mientras esto sucede, la pavimentación con concreto hidráulico ya se empezó a realizar por parte de las constructoras.
Así que en breve aflorarán las inconformidades, todo porque Gurría y compañía carecen de capacidad y compromiso social, todo indica que también no tienen llenadera.
Ojalá que la ineficiencia y la ineptitud de funcionarios locales, no terminen por darle en la torre a esta obra estatal, en donde se tiene proyectado invertir 100 millones de Pesos.
No hay Agua.
Otra vez en diferentes puntos de la ciudad, miles de usuarios del Comité de Agua Potable y Alcantarillado de Tapachula (COAPATAP) se quedaron sin el suministro del vital líquido.
La escasez se agudiza, en un inicio, el organismo de agua enviaba el vital líquido una o dos veces por semana, aunque sucia y no apta para consumo humano, pero la población se las ingeniaba para solventar sus necesidades.
Sin embargo, este viernes se incrementaron las quejas por el desabasto. Eso sí, el recibió llegó, puntual y carísimo.
Mientras tanto, el director general del organismo, César García Jiménez, ni se inmuta.
En las oficinas centrales de dicho organismo, los empleados dicen que este funcionario anda muy retraído, distraído, con la mirada perdida en el horizonte. ¿Por qué será?
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos, mañana. ¡Ánimo!
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