Como Pollo sin Cabeza
Ernesto L. Quinteros
Los funcionarios municipales, y en particular el aún presidente municipal de Tapachula, Oscar Gurría Penagos, que mal dirigen los destinos de este municipio, andan “como pollo sin cabeza”.
A diario hacen alarde de su inexperiencia, de su incapacidad, pero sobre todo de su falta de oficio político y administrativo.
Como ya es del conocimiento público, el pasado fin de semana, debido a la falta de diálogo y operatividad política de parte del Gobierno local, un grupo de padres de familia que se manifestó en la carretera Tapachula-Puerto Madero, fue reprimido con la fuerza pública.
Pero no solo eso, demostraron que, en el Gobierno de la Cuarta Transformación, el dicho de que “nada por la fuerza, todo por la razón” que pregona el presidente Andrés Manuel López Obrador, les viene valiendo un soberano cacahuate en esta localidad.
Aplicar la ley del garrote es más fácil que instalar una mesa de trabajo, conciliar y construir acuerdos con los inconformes.
La manifestación es porque los padres de familia no quieren que se construya una gasolinera cerca de una escuela en el poblado costeño.
Algo que, con todo respeto, es muy común en diferentes partes del país, e incluso en nuestro mismo municipio lo hemos visto en diferentes administraciones.
Pero la inconformidad y el motivo de la inconformidad, pasó a segundo término cuando de buenas a primeras se hace uso de la fuerza pública para sofocar una manifestación y expresión social.
Sin embargo, en el pecado llevarán la penitencia, según algunos empleados municipales, el aún Edil de extracción morenista ya suspira por la reelección.
Cierto o falso, a diez meses de gestión al frente de la administración pública municipal el actual Edil le ha echado muchas ganas para pelearse con medio mundo.
No solamente con sus compañeros de partido, pues en el “Movimiento de Regeneración Nacional” (MORENA), hay decepción y desencanto, pero sobre todo cuentas pendientes entre las diferentes tribus que conforman este instituto político, ya que muchos anduvieron sudando la camiseta en campaña, y no les dieron ni a oler el pastel a la hora de la repartición.
Aparte de ello, Gurría y compañía se han esmerado por abrir otros frentes, debido a sus malas decisiones, por lo que diferentes sectores sociales también esperarán el próximo proceso electoral para cobrar facturas políticas.
En concreto, a casi un tercio del mandato por el que fue electo el Edil, ha venido sumando miles de votos en su contra. Así que su amplio y extenso equipo de asesores deben de empezar a ver cómo revertir todo ese desencanto social que se ha dejado sentir en todos los rincones de la geografía municipal.
No deben olvidar que los miles de votos que obtuvieron en la pasada jornada electoral, el 1º de Julio del 2018, fue gracias al llamado efecto AMLO, pero, sobre todo, por el hartazgo ciudadano que generó el nefasto exedil de esta ciudad, el priista Neftalí Del Toro Guzmán.
Galopa la Inseguridad por Tapachula.
Diferentes bandas delictivas han sentado sus reales en el municipio de Tapachula, ante la nula operatividad de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.
Le guste o no aceptarlo, el edil Oscar Gurría Penagos es el responsable administrativo y operativo de los mandos de esta corporación.
Y hay que decirlo, la SSPM es la que más elementos de seguridad “preventiva” tiene en este municipio, y su falta de operatividad está pasando la factura a la población, que cada día que pasa se siente más insegura.
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana. ¡Ánimo!
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