Por Oscar D. Ballinas Lezama
“Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo” (Proverbios 11:14)
Fuego Contra Fuego
En Chiapas, una entidad generadora de energía eléctrica para todo el país, los usuarios de la Comisión Federal de Electricidad vuelven a protestar por el exagerado cobro que esa dependencia está realizando desde el día de ayer. Ahora con el cuento de que se terminó el subsidio gubernamental está atracando a los consumidores.
“No quiero mentir, en la medida de que se avanze en el tramo de producción de combustibles, gasolina, diésel, gas y se produzca energía eléctrica, vamos a bajar los precios”, dijo en su cierre de campaña en Baja California, el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador (19 de junio 2018).
Luego trascendió que el gobierno de la Cuarta Transformación cumplirá esa promesa del ahora ‘Gran Tlatoani’, después de los tres primeros años de gobierno, ya que para poder bajar los precios de las gasolinas, el gas y la luz eléctrica, primero hay que construir las plantas que produzcan los hidrocarburos.
Muchas personas se fueron con la finta de que al llegar Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República, éste traería una varita mágica y de la noche a la mañana cambiaría la vida de los mexicanos, sin embargo, el ‘Señor de Macuspana’ ha pedido paciencia y fe al pueblo azteca.
“Vamos a cambiar las cosas, el problema de los altos costos de los combustibles, de la luz, la falta de fuentes de trabajo, así como mejoraremos los salarios y se protegerán los derechos de todos, sin descuidar los apoyos para la educación y la salud pública, para lograrlo vamos a acabar con la corrupción”, apuntó el ahora Ejecutivo Federal.
Los habitantes del centro y norte del país ya están recibiendo parte de esa promesa hecha por López Obrador, sin embargo, los del sur, aún no ven claro y siguen esperando ansiosos el día de su resurrección, sin perder la esperanza; sienten que tarde o temprano, esos beneficios de la federación también pueden llegar a entidades tan olvidadas y marginadas como Chiapas.
Por lo pronto, cientos de voces protestatarias están solicitando al Presidente de México, impulse una iniciativa ante el Congreso de la Unión, para que al menos en la región del Soconusco, donde no existe el invierno, como en Alaska donde no hay verano, los usuarios de la CFE paguen una tarifa más baja que la cacaraqueada F1, lo que sería hacerle un poco de justicia a una región que, durante décadas, ha estado marginada y olvidada por la federación.
Mientras llega la fecha de que los precios de las gasolinas, el gas y la energía eléctrica empiecen a bajar en forma paulatina, habrá que aguantar a pie firma los abusos de las empresas vendedoras de gasolinas, gas y energía eléctrica, sobre todo, ahora que presuntamente gran parte de las de CFE, pudieran estar en manos de la iniciativa privada.
En otras cosas, ayer en las noticias de la mañanera presidencial, Alfonso Durazo, flamante Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana en el país, salió muy orondo a decir que lo sucedido hace unas semanas en Culiacán Sinaloa, era Peccata minuta, que el próximo año se verá el esfuerzo histórico de lo que en el tema de seguridad se está logrando dentro del gobierno de la Cuarta Transformación.
Durazo sacó a relucir las fallas de los gobiernos anteriores, quienes nunca lograron resolver el problema de la inseguridad, que actuaron con la fantasía de que era posible resolver el problema de la delincuencia, creyendo que el fuego podían atacarlo con fuego, afirmó el funcionario federal.
Explicó que la única forma de combatir la inseguridad en México, es empezando por abatir los índices de corrupción que están dentro los cuerpos policiacos, el ejército, los Ministerios Públicos y Jueces.
Comentando otros temas, ahora resulta que la Cofepris salió muy preocupada por la salud de los mexicanos, denunciando sin fundamentar su dicho, que el medicamento denominado Ranitidina es cancerígeno; lo raro es que no se dieron cuenta durante muchos años y permitieron que millones de enfermos lo consumieran.
Habría que investigar a fondo si en este asunto no hay ‘mano negra’, ya que para nadie es secreto la manera en qué actúan los grandes consorcios de laboratorios que venden medicamentos, quienes traen una feroz competencia y lo que menos les importa es la salud de sus consumidores; ahora que ya se ahogó el niño, quieren tapar el pozo. En fin, ojalá que la Secretaría de Salud en sus tres niveles de gobierno, intervenga para explicar y fundamentar la advertencia de la Cofepris, y ver hasta dónde llega el grado de responsabilidad de cada uno de los organismos que tienen a su cargo valorar los productos farmacéuticos que salen a la venta pública.
Un profesional de la medicina, habló en exclusiva para EL ORBE sobre los temas del método del control natal más seguro, así como del problema de las parejas que no han podido tener hijos y la gran posibilidad de lograrlo. Mañana nos leemos, Dios mediante.
