Laura, la Malévola
Darinel Zacarías
“Abeja reina a mi gatito en celo velas, que desconsuelan mi consuelo de avestruz, pobre abeja de corazón envenenado”
Joaquín Sabina
En aquel 2016 fueron 106 familias de la región Soconusco quienes lucharon por gestionar la creación de una Clínica de Especialidad del Espectro Autista.
Fue una gestión que bajo la bandera de trabajo colaborativo por lograr la creación de esta clínica que brindará atención medica terapéutica especializada a niños con este síndrome.
Se logró. Luego de tocar muchas puertas, de sensibilizar corazones, se consiguió una mezcla de recursos de la iniciativa privada, sociedad y gubernamental.
Era, según los datos ilustrativos, la segunda clínica con esta especialidad en Chiapas. Era un aliciente para 101 familias que buscaban que sus niños recibieran ayuda profesional.
El médico especialista en Comunicación Humana y Audiología, Ana Elisa Ramírez Sánchez, era una de las personas que encabezaban la construcción de este sueño.
Fue Marisol Cajica quién no dudó en sumarse y mostrar su lado humano. Y en Abril de 2017 anunció lo que sería el Centro de Estimulación Múltiple y Sensorial (CEMS).
Y sí, era el sueño de esas 101 familias que buscaban un servicio para los niños con Trastorno del Espectro Autista, espacio especialmente acondicionado y que contaría con personal altamente calificado.
En esa fecha la coordinadora de la Clínica de Autismo era Diva Orozco Dávila, y se anunció específicamente que existía un padrón regional de atención a 72 niños de la región Soconusco.
Aquí, los infantes recibían terapias conductuales, cognitivas, emocionales y un área especializada de ayuda para padres, que permitirán dar seguimiento puntual a cada caso.
Dos años después vino la afrenta. La impía y despiadada instrucción de Laura García Arjona no se hizo esperar.
En su afán ególatra y tirana comenzó con cambios del personal de dicha clínica de especialidad en el DIF Tapachula. Despidió a personal altamente calificado y empezó a incrustar a sus amigos y parentela.
Una aberración humana la de la llamada Abeja Reina. Cambiar psicólogos certificados, terapeutas y demás, por contadores y entrenadores. ¡Fatal!
Y al final, la instrucción fue infalible ¡Cierre total de la clínica!
La idea inadmisible de destruir un sueño construido en tiempos de una administración del PRI, en su cerrera y absurdo pensamiento de egos y rabietas, no afecta a políticos, su revanchismo daña a más de un centenar de niños que necesitan de esta clínica de especialidad.
Ojala que las autoridades federales y estatales en la materia pongan atención a este tema, un acto inhumano de un par, de un matrimonio perturbado, no puede ser mayor al de una necesidad apremiante para cientos de familias de la región Soconusco.
Alguien debe frenar la perversidad y los actos maquiavélicos de Laura García Arjona, que cree que su actitud malévola la hace intocable.
¡Pobre Abeja!
¿Quién dijo que tengo sed?