viernes, abril 26, 2024
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ALFIL NEGRO

Por Oscar D. Ballinas Lezama
Las Puertas del Infierno
‘Enviar a niños y jóvenes a clases presenciales, es ponerlos a ‘jugar la ruleta rusa’ (padres de familia)

Un rebrote infernal de la pandemia se está viendo en diversos estados de la república mexicana, sobre todo, en el Estado de México y la Ciudad de México, en donde están viviendo una verdadera catástrofe de infectados por Covid-19.
Los muertos rebasan la suma de 115 mil, según estadísticas oficiales; se habla que la verdadera suma de las víctimas del coronavirus va más allá de los 300 mil, considerando que, por cada diez contagiados, uno fallece.
Expertos en salud hacen malos augurios para este fin de año, muchas familias perdieron a sus seres queridos y les espera una amarga navidad. Sin embargo, millones de personas en México se niegan a respetar los protocolos sanitarios preventivos y salen en parvadas a las calles, sin importarles contagiarse y enfermar a sus seres queridos.
El Gobierno Federal a través de su sistema de salud ha demostrado ‘estar en pañales’, amén de no saber qué hacer para contener la pandemia; la gente irresponsable abona gran parte de la culpabilidad, en el colapso que están sufriendo la mayor parte de los hospitales del país.
Para nadie es secreto que la línea de contención del Covid-19 sigue quebrándose por el desgaste de los médicos, enfermeras y todo el personal de salud que, a estas alturas de la pandemia, manifiestan estar muy cansados en su esfuerzo de salvar vidas a costa de las suyas, ya que muchos siguen contagiándose por carecer de equipos adecuados y suficientes que les protejan.
En Tabasco, que parece estar olvidado de Dios y de su ‘hijo pródigo’, no solamente sufrió los embates de la naturaleza con las intensas lluvias que desbordaron una de sus presas y sus ríos; sus habitantes siguen cargando la cruz del coronavirus, mientras una gran parte del personal de salud se quedó como “novia de rancho”, al no recibir el bono prometido por brindar sus servicios en la primera línea de fuego contra el enemigo invisible, que ha originado la peor pandemia de la historia en México.
En el Soconusco mucha gente ha empezado a quejarse de no ser atendidos por médicos del hospital de Ciudad Hidalgo, siendo una de las denunciantes la derechohabiente del Seguro Social, Leydi Maryori de León con número de tarjeta 1516-01-5616 que tiene derecho a ser atendida en el consultorio No. 1, turno vespertino, y afirmó que tuvo que pasar un calvario para poder ser atendida por el médico Daniel López.
Explicó la quejosa que su esposo fue infectado y tratado de Covid-19 hace unos 30 días, quien por miedo no fue a un hospital y al parecer llevó un tratamiento casero, que con la ayuda de Dios logró salir adelante; sin embargo, hace pocos días ella y su menor hija empezaron asentirse mal con varios síntomas que presumen ser de coronavirus.
La denunciante mencionó que el médico se concretó a recetarle paracetamol, pinaverio y albendazol, ya que el cuadro clínico que ella presentaba era diarrea, dolor de cabeza, temperatura alta, falta de aire y el antecedente de su esposo que estuvo contagiado de la peste del siglo XXI, luego fue enviada a su casa para terminar de curarse con la bendición de Dios, apuntó.
El caso es que en municipios aledaños a Tapachula mucha gente asegura que en esos lugares no hay ‘clínicas de Covid’ y que cuando vienen a la Perla del Soconusco, ningún personal del sector salud los quiere recibir y argumentan que deben regresar y ser atendidos en su población; para no morirse, quienes pueden pagarlo buscan un médico particular.
Las autoridades sanitarias deberían de investigar que está sucediendo en los hospitales de gobierno en el Soconusco, que se jactan de tener suficientes camas, ventiladores, respiratorios, medicamentos y personal médico suficiente, sin embargo, a la hora de la hora le hacen el ‘fuchi’ a los contagiados.
Manuel de Jesús Vázquez López, Secretario General de la Subsección 2 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Secretaría de Salud en Chiapas, reconoció que el personal médico, enfermería, administrativos y de intendencia fueron abandonados por su dirigente estatal, la enfermera Jesús Espinosa de los Santos, de ahí que más de 3 mil trabajadores del sector salud en el Soconusco, vienen trabajando con sus propias uñas para salir adelante, buscando por su propia cuenta los insumos para protegerse ante el embate de la pandemia.
Mencionó el líder en funciones actualmente hay un divisionismo creado por su dirigente estatal, quien presumen que está anteponiendo sus intenciones políticas al beneficio de los trabajadores del sector salud, quienes ven a la muerte cara a cara todos los días.
Trabajadores de algunas dependencias del estado y diversos municipios de la Costa, afirman que sus jefes inmediatos se niegan a concederles las vacaciones de diciembre, las que por ley deben de darles; el argumento de que no han trabajado por la pandemia y deben recuperar el tiempo perdido no es legal, porque nadie deseó o pidió que el coronavirus llegara.
En algunos ayuntamientos de la costa, los trabajadores que están siendo obligados a trabajar en su periodo vacacional son los eventuales (aunque llevan más de diez años laborando; por razones burocráticas y la nulidad de sus sindicatos), además se quejan de que no les pagaron completo el aguinaldo y carecen de casi todas las prestaciones laborales.
Se va el secretario de educación, Esteban Moctezuma, dejándole el ‘paquete’ de las clases presenciales a los maestros y padres de familia en las entidades con semáforo sanitario color verde; enviar a los niños o jóvenes a los salones de clases, sería como obligarlos a jugar la ruleta rusa, afirman expertos en salud.

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