Por Oscar D. Ballinas Lezama
Sociedad Suicida
“Los mexicanos siguen retando al coronavirus; la cifra de muertos aumenta a 120 mil” (expertos en salud)
Al menos una docena de cantinas desacataron la orden del Gobierno del Estado, para que se apegaran a la Ley Seca el día 24 de diciembre de este año de los muertos y las desgracias económicas; como botón de muestra, el antro de vicio ubicado sobre la 11ª Norte y 7ª Oriente, que al filo del medio día de la noche buena, estaba hasta ‘las manitas’ de parroquianos que olvidaron la pandemia y sus consecuencias mortales.
Así como ese negocio del giro rojo, otros de los cientos que están diseminados a lo largo y ancho del municipio tapachulteco, abrieron sus puertas y las autoridades de salud y protección civil que fueron requeridas para que intervinieran, argumentaron que se había dado una contraorden de última hora.
Más allá de que si hubo o no, una contraorden a la Ley Seca que se cacaraqueó oficialmente desde la Secretaría de Hacienda del Estado, está el hecho de que una gran cantidad de antros y tiendas de conveniencia, no respetaron las leyes sanitarias para impedir que los contagios del coronavirus sigan esparciéndose sin control alguno.
Chiapas sigue en semáforo sanitario color verde, sin embargo, no hay día en que la Secretaría de Salud Estatal no deje de informar de contagios por Covid-19; increíblemente Tapachula ha quedado fuera de esas estadísticas, ya que desde hace varias semanas no aparece un solo infectado en la lista negra de la SSA.
Pareciera que el virus no ha cambiado la vida de los soconusquenses, que desde hace más de dos meses entraron en una ‘normalidad’ que espanta, la mayoría de la gente va y viene sin control alguno en cuanto a guardar las medidas sanitarias preventivas, que ayuden a evitar una segunda oleada como la que están sufriendo en el norte y centro de la república mexicana.
El subsecretario de salud federal, Hugo López Gatell, vuelve a profetizar que, si la gente no guarda la sana distancia y se queda en su casa, (no menciona la utilización del cubre bocas), entonces en enero o febrero del año entrante vendrá “el lloro y crujir de dientes”, porque mucha gente va llevar “el pecado en la penitencia”.
Se anuncia con bombos y platillos, que próximamente 4 millones de personas en México tendrán que ser inoculados con la vacuna del coronavirus, sin embargo, el final del túnel aún sigue viéndose muy oscuro, apenas lograron traer 3 mil dosis el pasado 23 de diciembre de este año, las que aseguran ya están inyectando a una parte de los trabajadores del sistema de salud.
Hay incertidumbre, pero también esperanza en que después de la mitad del 2021, las cosas empiecen a mejorar las crisis sanitaria y económica que están quebrando a la sociedad mexicana, que vive tiene meses viviendo una verdadera tragedia.
Los especialistas en la materia, opinan que urgen medidas sanitarias y económicas, el panorama es muy desalentador para el sistema empresarial afectado, entre ellas las líneas aéreas, hoteles, restaurantes, pequeños y medianos comercios que están cayendo en la falta de liquidez y en la necesidad de despedir a cientos de trabajadores, so pena de ir a la quiebra como ya ha sucedido con muchos empresarios mexicanos.
Mientras tanto, en México ya van 120 mil muertos por el coronavirus y la cacaraqueada vacuna contra el Covid-19, no solo no llegó en cantidades suficientes para atender a toda la población, sino que ahora brinca la duda de la falta de una logística para aplicarla y se puede caer en un caos, como está sucediendo en los Estados Unidos de Norteamérica; donde en cuestión de tecnología, “el más pelón se hace trenzas”.
Este fin de año ha sido muy triste y desolador; gente que se quedó sin trabajo y consecuentemente sin dinero ni para comer, personas que perdieron uno o más familiares a causa de la pandemia, así como el miedo a contagiarse del letal virus, les ‘aguó la fiesta’ a millones de mexicanos; aunque la mayoría de los integrantes de esta sociedad suicida, hizo caso omiso a las recomendaciones de protegerse y proteger a los demás. Dios nos proteja del mal en esta era apocalíptica.
El coronavirus es un enemigo invisible que está en todas partes, no se ha ido; la ciudadanía debemos de cuidarnos con cubrebocas, sana distancia, lavarse constantemente las manos, quédese en casa si no es necesario salir. Dios les guíe.