Transporte Público Convertido en una Amenaza de Seguridad Pública
Ernesto L. Quinteros
En la última semana se ha incrementado el número de accidentes en donde el principal protagonista es el transporte público en la Ciudad de Tapachula y de municipios de la región costa y frontera de Chiapas.
Como ya lo hemos comentado en este espacio informativo, los choferes de estas unidades en ocasiones no están capacitados para este trabajo.
Lo más delicado es que el transporte público en su modalidad de combis, taxis y hasta los mototaxis conocidos como “tuc-tuc”, son un verdadero peligro para la población usuaria, no solo en esta localidad, sino también en todos los municipios de la región Costa y frontera de Chiapas.
Lamentablemente los que están pagando las consecuencias de este servicio que aparte de caro, es pésimo e inseguro, son los usuarios.
A diario, mujeres, adultos mayores y niños prácticamente se juegan la vida al subirse a alguna unidad colectiva.
El tema es reiterativo, en las páginas de este rotativo le hemos dado cuenta de diferentes accidentes, en donde los principales protagonistas son los choferes de estas unidades del transporte público.
Tan solo en la última semana, hemos contabilizado 5 accidentes graves, en donde hay pérdidas económicas considerables. Y peor aún, hay heridos de gravedad, incluso un muerto.
Lo más triste es que los usuarios están desprotegidos y desamparados, porque como también lo hemos denunciado, muchas unidades colectivas no están aseguradas con daños a terceros.
Es del dominio público que cada que se suscita un accidente, los pasajeros que resultan lesionados, o peor aún, pierden la vida, son los mismos usuarios y sus familias los que cubren sus gastos médicos o funerarios, según sea el caso.
El desorden en el transporte público es muy evidente, “no se puede esconder”, lamentablemente las autoridades encargadas de regularlo simplemente han brillado por su ausencia.
Los únicos que salen ganando en medio de toda esta tragedia son los concesionarios, sobre todo los conocidos como “pulpos del transporte”, quienes tienen hasta diez o más juegos placas de combis o taxis, que en muchos de los casos las rentan por un pago mensual y no les importa lo que pase con las unidades, al no ser de propiedad. Y cuando son de su propiedad, mediante acciones legaloides se desentienden de la responsabilidad de pagar los daños que sufren los usuarios.
Por eso ¡URGE!, con toda la extensión de la palabra, legislar e imponer nuevas reglas en torno a este sector, que brinda un servicio necesario para un amplio porcentaje de la población en esta región.
Porque como dicen algunos choferes de colectivos, ya sea combi o taxi, con los que hemos tenido la oportunidad de platicar: “Tenemos que correr porque primero tenemos que sacar lo de la gasolina del vehículo, después la cuenta del dueño (patrón) del transporte y ya lo que queda es la ganancia del chofer”.
Es por eso que siempre se les ve carrereando en las diferentes calles y avenidas de la Ciudad de Tapachula y municipios de la región.
Eso sí, ahora que ya empezaron las campañas, las unidades ya andan envueltas en publicidad política. Y créame estimado lector, “eso tampoco es gratis”. ¿Alguien dijo que quería un cambio?
Por hoy ahí la dejamos, nos leemos mañana.
¡Ánimo!
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