* ABARROTADOS LOS ALBERGUES, YA NO HAY ESPACIO PARA ELLOS.
Tapachula, Chiapas; 22 de septiembre del 2021.- Miles de migrante de diversas nacionalidades, la mayoría haitianos, están empezando a arribar a Tapachula en una nueva oleada de indocumentados, están aprovechando que la frontera con Guatemala es una coladera sin vigilancia y que el Instituto Nacional de Migración (INM) ha perdido su razón de seguir en el organigrama de gobierno.
Este nuevo éxodo se da a pesar de la crisis migratoria que se vive en Tapachula en lo que va del sexenio, que inició cuando se retiró la vigilancia en los límites fronterizos con Guatemala y se utilizó al municipio como albergue público para indocumentados.
Los grupos de extranjeros que llegaron este miércoles a Tapachula buscaron un refugio en el albergue diocesano para migrantes “Belén”, pero no pudieron entrar porque tienen un sobrecupo de 400 por ciento de su máxima capacidad, al igual que el resto de instalaciones similares en el municipio.

Esos núcleos familiares se tuvieron que apostar en las banquetas aledañas del albergue, que se cree tiene alojados a más de 500 personas de distintas nacionalidades.
Widenerlande Antoine, es una migrante haitiana que viajó de República Dominicana hasta Tapachula junto con su padrastro, su mamá y sus hermanos y se encuentran a la espera de que los directivos del albergue los dejen entrar.
Relató a EL ORBE que los problemas los han encontrado en Tapachula, porque la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), no quiere entregarles los documentos para que puedan seguir su camino, pero tampoco pueden trabajar, ni moverse, no les queda otra que quedarse en Tapachula.
Los que han llegado y seguirán haciéndolo en las próximas horas, se quedarán hasta el mes de diciembre. Sin embargo, la situación se complica porque los albergues están saturados y las personas no tienen recursos para poder pagar una renta, es más, ni para sobrevivir.
Enfatizó, que decidió salir de República Dominicana porque la situación es muy difícil en torno a los salarios, por lo que dijo que la única alternativa es moverse a la frontera norte.
Añadió que su situación y la de los cientos de migrantes que han llegado en las últimas horas es complicada, porque no tienen donde vivir y tendrán que dormir en las calles.
«Mi hermana es pequeña y para buscar una renta hay que tener dinero en la mano, por lo que le pedimos al gobierno nos entregue los documentos para que podamos trabajar y hacer otras cosas, sin ellos no podemos hacer nada», comentó.
Por su parte, Canot Monnimat, otro migrante haitiano que se encuentra en medio de todos ellos, abundó que han llegado a Tapachula por documentos, sin embargo, la mayoría ha seguido su camino rumbo al norte. EL ORBE / M. Blanco